martes, 31 de marzo de 2015

FAMILIA APIDAE

DESCRIPCIÓN: Eucera longicornus (L. 1758). Abeja de antenas largas

Entró la primavera y con ella, muchos "bichitos" que pululan de flor en flor que hacen de esta estación un momento propicio para cualquier aficionado a fotografiar a estos seres.

Eucera longicornus.
En esta ocasión quisiera hablaros de un polinizador en particular,  me refiero a la conocida "abeja de antenas largas" que como sabéis, dedica gran parte de su vida a realizar ese trueque de servicios con las plantas y que venimos denominando polinización, indispensable para el mantenimiento de la propia biodiversidad del agroecosistema, y del cuajado de muchos de nuestros cultivos. 

Sus largas antenas negras características del macho de la especie.
Muchas veces nos empeñamos en destacar aquellos polinizadores cuya relación con la planta es altamente especializada, donde la especie vegetal depende casi en exclusividad del insecto para cumplir su ciclo vital, y que por el mero refinamiento de la relación, nos parecen más importantes que otros polinizadores menos especializados aunque no por ello de menor importancia.  Me refiero a ejemplos como el de las avispas de la familia Agaonidae, donde prácticamente cada higuera (Ficus caria. L) tiene su especie de avispilla particular que la poliniza de forma exclusiva.  Sin embargo, ésta relación no es lo habitual en la naturaleza, ni tan siquiera es la forma adecuada para evaluar la importancia que ejerce este fenómeno de la polinización sobre la biodiversidad, que lejos de esa afirmación, recae en gran parte en la red de interconexiones de este tipo dentro del agroecosistema, donde en una abrumadora mayoría están involucrados polinizadores generalistas.

No hace distingos entre plantas, aunque su larga lengua le permite llegar a especies vegetales
 inaccesibles para otras.
Es por ello, que no os hablaré en esta ocasión de polinizadores altamente especializados, ni tan siquiera de ejemplares tan emblemáticos como la llamada "esfinge de Morgan" (Xanthopna morganii praedicta) que como conocéis, se trata de una lejana polilla cuya espiritrompa puede llega a medir unos 40cm de longitud, evolucionada para la polinización en exclusividad de la planta Angraecuma sesquipedale en Madagascar, cuya relación de dependencia hace a ambas especies (planta e insecto) altamente vulnerables.

Detalle de su larga lengua característica de la especie.
En esta ocasión me centraré en algo más cotidiano y cercano, como es  nuestra bien conocida Eucera longicornus perteneciente a la familia Apidae, prima hermana de la abeja de la miel. Este polinizador que deambula por nuestra zona mediterránea de forma incansable entre flores de la familia de las leguminosas (cuyo polen es menos accesible por su mera estructura floral) entre otras, sobrevuela cultivos como: habas, guisantes, garbanzos, alfalfa, etc. entre otros, resultando fundamental para la fecundación cruzada de algunas de estas plantas.  Esta especie de himenóptero de vida efímera, es considerada como uno de los grandes polinizadores de nuestra zona mediterránea, donde por el hecho de poseer una larga lengua en comparación con otras abejas, le permite llegar a especies vegetales, como las de la familia leguminosas donde otras no lo hacen, aumentando su eficiencia y por ende su importancia para nuestros intereses.

Las flores tubulares del espliego o la lavanda no son obstáculos
para su larga lengua.
ESPECIE CONTROLADA:
Su labor como decíamos no radica en esta ocasión sobre el control de ningún insecto plaga, como viene siendo habitual en este vuestro blog, sino más bien, al servicio prestado como polinizador a la que la planta corresponde con néctar o polen en esa transacción, a modo de acuerdo tácito "quid pro quo", entre la planta y el insecto.


Detalle de la Eucera longicornus sobre leguminosa, glicinia (Wisteria sp).
Además, este polinizador es considerado como un buen bioindicador, que nos informa con su mera presencia sobre la salud del agroecosistema, pues son insectos muy sensibles a insecticidas y neonicotinoides en general, donde su uso indiscriminado, merman inexorablemente sus poblaciones privándonos por tanto, de sus servicios para nuestros cultivos y a la propia biodiversidad del agroecosistema.

BIOLOGÍA:
En cuanto a la distribución de esta nuestra protagonista, podemos encontrarla una vez que comienza la primavera tanto en el Sistema Bético como en el norte de España (Pirineo Aragonés), donde suele verse desde zonas costeras, hasta lugares bien abiertos en praderas, jardines, brezales, etc. extendiéndose a gran parte del continente Europeo.

Esta abeja solitaria que no vive en colonias como su prima Apis mellifera, presenta un cuerpo grande y recubierto de una vellosidad densa de color blanquecino o amarillento, donde sus largas antenas negras son típicas de los machos de la especie, siendo estas en las hembras claramente más cortas.  

Su continuo ir y venir  hace difícil su aproximación para fotografiar.
En ambos sexos sin embargo, su lengua es de gran longitud lo que le permite libar flores "a priori", imposibles para otras especies de antófilos. Las hembras construye sus nidos en tierras arcillosas recogiendo el polen de diversas especies vegetales, tales como la glicinia (Wisteria sp), el cuernecillo (Lotus corniculatus), vulneraria (Anthyllis vulneraria), arveja de campo (Lathyrus pratensis) entre otras leguminosas, donde el acceso al polen no representa ningún problema para su larga glosa.  Sin embargo, este insecto no hace remilgos a libar ante cualquier otra familia de plantas, como es el caso de estas compuestas de las fotos, donde por la estructura típica de esta familia de plantas facilitan un mejor acceso al polen a su aliado.  Por este motivo no puedo estar de acuerdo en afirmar, que este insecto posee un comportamiento oligoléctico, tal como algunas referencias bibliográficas señalan, pues no he observado que el insecto realice el más mínimo "desaire" a cualquier planta con polen de mayor o menor accesibilidad.

Detalle de Eucera longicornus libando con su larga glosa.
MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
La presencia de setos útiles, como las retamas, genistas, romeros y labiadas en general, son fundamentales para la permanencia de estos polinizadores, donde no sólo la elección de estas especies vegetales por su época de floración se hace fundamental en nuestro agroecosistema, sino por la propia atracción que ejercen estos setos a este tipo de aliados, que a buen seguro, veremos con otros ojos a partir de ahora cuando los veamos excavar en nuestro huerto.

Evidentemente, familia de plantas con alto contenido en polen y néctar como las compuestas (como ya veníamos adelantando), las hacen especialmente idóneas para atraer a estos insectos entre otros polinizadores poniendo a su disposición, además de su excelente plataforma para posarse,  gran cantidad de polen de fácil acceso.

Su aspecto peludo es también una marca de identidad.
Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.