viernes, 19 de noviembre de 2021

SUBFAMILIA ERISTALINAE

Ya han pasado casi 10 años cuando comencé allá por 2012, con este proyecto personal que denominé Fauna Auxiliar sin ninguna otra pretensión, que la de compartir con todos vosotros una pequeña muestra de artrópodos y plantas, que bien podrían representar una valiosa alianza para aquellos agricultores y ganaderos comprometidos con una producción más sostenible, donde se daba la oportunidad a todos aquellos valientes que se atreviesen a operarse de esa “miopía ecológica" que les hacía ver una plaga en todo bicho viviente.

Detalles de los ojos holópticos del Eristalinus aeneus sobre flor de romero.
(fijarse que ambos ojos se unen en algún punto sobre la cabeza. típico de los machos).  Observar igualmente el curioso mecanismo de filamentos de semianteras de la flor del Rosmarinus officinalis... todo un ingenio de la coevolución entre especies insecto y planta.

Haciendo balance de casi toda una década donde han pasado multitud de cosas, indudablemente puedo concluir de esta experiencia que ha sido muy satisfactoria y gratificante para mí, al permitirme compartir y recordar fotos y detalles agroecológicos o botánicos, que de otra forma hubiesen quedado en el olvido en un disco duro en el fondo de un cajón.  Además, me ha dado la oportunidad de conocer inquietudes y personas tan interesantes como dispares, que siempre me han animado a continuar en los momentos de dudas sobre la utilidad de esta iniciativa.  

Con más de 80 entradas publicadas y más de 600 fotos inéditas que he podido ir haciendo y seleccionando durante todo este tiempo para vosotros, y que espero hayan sido del agrado de la mayoría.  He pretendido a través de este formato, dotar de un soporte gráfico a un texto y a una filosofía agroecológica que os he venido proponiendo en cada una de las entradas. 

Actualmente y visto los pocos comentarios de las últimas entradas, me vuelven a surgir las dudas de la idoneidad de su continuidad y que quizás sea un buen momento para una despedida, aunque evidentemente dependerá en gran parte de vosotros y si continua siendo de interés este vuestro blog, cosa que sólo puedo comprobar a través del cajetín de comentarios de cada entrada.  Donde a pesar de contabilizar a día de hoy más de 500 comentarios en todo el blog, cada vez poseo menos "feedback" de vosotros pese a que este blog no tiene ningún tipo de publicidad ni respaldo económico alguno, lo que me hace pensar en la utilidad de su continuidad, agradeciendo eso sí a los 109 seguidores por su fidelidad incondicional.

Eristalis tenax (Linneo, 1758).

DESCRIPCIÓN:

    Continuando con este último "post", en esta ocasión quería incluir una entrada retrotayéndome a finales de 2015, cuando se la dediqué a esta gran familia de dípteros conocida como Syrphidae (con más de 300 especies en la península ibérica).  Donde  trataba de describir entre otras cosas, que la mayoría de los miembros de esta gran familia en estado larvario, tenían una dieta carnívora basada principalmente en la depredación de pulgones, hecho que los hacían especialmente interesantes para nuestro agroecosistema.  Posteriormente estas individuos como ya sabéis, cuando alcanzan el estado adulto ya sólo se alimentan de polen y néctar actuando en la fase de imago como excelentes polinizadores, lo que lo hacían doblemente merecedores de engrosar nuestra particular lista de Fauna auxiliar.

Detalle de los ojos punteados de la especie Eristalinus aeneus, característicos de esta subfamilia Eristalinae.


Pues bien todo eso era cierto, pero hay que introducir un matíz importante sobre esta gran familia, ya que dependiendo de los hábitos alimenticios de sus individuos en estado larvario, podemos separar de forma práctica a las especies de sírfidos en dos subfamilias (aunque realmente hay tres... incluida la subfamilia Microdontinae, donde sus larvas poseen una relación simbiótica con unas hormigas... pero eso daría para otra entrada):

  • Subfamilia Syrphinae.  Donde sus larvas se alimentan de insectos, por lo que se los consideran potenciales agentes de la regulación biológica.
  • Subfamilia Eristalinae.  Donde las larvas se alimentan de materia vegetal en descomposición y bacterias.
Hembra de Eristalinus aeneus con sus separados (ojos dicópticos típico de las hembras).

Este matiz identificativo para la segunda subfamilia que englobaría a los llamados sírfidos eristalinos, es la que me sirve de entradilla a este nuevo "post", donde como ya adelantaba, sus larvas no se comportan exactamente así como sus primas de la subfamilia Syrphinae, pero que igualmente podemos considerarlos como magníficos aliados.  

Me refiero a la subfamilia Eristalinae, que como iremos viendo a lo largo del post, poseen miembros muy variopintos con unos ojos espectaculares que no puedo dejar de fotografiar cada vez que me tropiezo con algún espécimen.  Como muestra..., la conocida mosca de ojos moteados (Eristalinus aeneus) la cual se ha empezando a comercializar hoy día como si de un nuevo polinizador se tratase, donde nos la venden como un polinizador complementario al trabajo que tradicionalmente vienen desempeñando himenópteros conocidos por todos, como abejas y/o abejorros.

Evidentemente esta "novedad" se justifica sólo por su disponibilidad en cuanto a su comercialización en el mercado, donde estos dípteros son demandados por una agricultura más "sostenible" por muchos invernaderos, donde sus propietarios se ven abocados a disponer de sus servicios de una manera inmediata y puntual, en nombre en mi opinión de un mal llamado control biológico.

Eristalis tenax, conocida como la mosca zángano.

Sin embargo, recordaros que desde este blog siempre vamos a recomendar y hablar desde un punto de vista de regulación biológica, abogando por aquellas medidas que favorezcan la permanencia de nuestros auxiliares, de manera que se queden a vivir todo su ciclo vital en nuestro agroecosistema encontrándose siempre ahí de forma espontánea, preparados para actuar en el momento que los necesitemos.

Eristalis tenax, sobre hoja de menta piperita imitadora de la abeja europea Apis mellifera.

Afortunadamente, estos polinizadores ya hacían este trabajo cientos de miles de años antes, de la aparición del primer agricultor y todavía muchos más, de que empezáramos a ver en la cría de estos insectos un negocio floreciente e innovador.

De nuevo las aromáticas denotan su poder atrayente de estos y otros polinizadores.

De todos es sabido la importancia que tiene la polinización entomófila en la producción agrícola, donde casi el 80% de nuestros cultivos hortofrutícolas dependen de estos pequeños aliados, lo que hace indispensable que debamos conocer e identificar a estos seres, para poder entender y preservar su propia existencia, que indisolublemente está ligada a la nuestra propia.


ESPECIE CONTROLADA:

En esta subfamilia que nos ocupa hoy englobada dentro de la familia Syrphidae, las larvas (conocidas como de cola de rata), no actúan como depredadores de pulgones como las larvas de sus primas de la subfamilia Syrphinae.   En los llamados sífidos eristinos, las larvas se alimentan preferentemente de materiales en descomposición en el medio acuático así como de las bacterias de aguas estancadas, contribuyendo a su purificación siendo consideradas como extraordinarios bioindicadores y depuradoras de agua.  Además los miembros de esta gran subfamilia pertenecientes al género Eristalis sspp, destacan también y como labor principal si cabe, como sobresalientes polinizadores donde muchas de nuestras principales hortícolas como: la coliflor, col, lechuga, nabo, escarola, endibia, zanahoria, apio, cebolla, puerro, espárrago, fresas, y frutas subtropicales como el mango, o el tan de moda y controvertido aguacate, se ven beneficiados por estos grandes aliados.

Eristalis tenax, sobre hoja de olea europea.


BIOLOGÍA:

Tal como ya adelantaba, los adultos se alimentan de polen y néctar de las flores lo cual los convierte en los importantes polinizadores que son.  En cuanto a sus larvas de esta subfamilia Eristalinae, se pueden encontrar en hábitats acuáticos y son consideradas como bioindicadores de contaminación ambiental extraordinarios (Sommagio, 1999; Dziock 2006).

Detalle del tórax con rayas claras longitudinales del Eristalinus aeneus.

Llama poderosamente la atención en especies de esta subfamilia como Eristalinus aeneus, los ojos grandes punteados conocidos como holópticos (cuando están juntos y se tocan en algún punto de la cabeza) característicos de los machos, y dicópticos (separados) en las hembras.  Igualmente el tórax negro con reflejos verdosos y rayas claras longitudinales, los hacen especialmente identificables donde sus larvas, se desarrollan en un medio acuático con abundante materia orgánica en descomposición.  Sus larvas acuáticas de forma cilíndricas, poseen un órgano respiratorio llamado sifón que por lo largo y su apariencia, le presta el apelativo de gusanos de cola de rata.  Una vez que las larvas pupan y se transforman en imagos, pasarán el invierno en forma adulta volando a ras de suelo con gran rapidez, durante aquellos días soleados que le permitan el vuelo.  Por este motivo debemos disponer de polen y néctar esos días de invierno, si queremos contar con su presencia y permanencia en el agroecosistema.  Sus huevos de color blanco y alargados son recubiertos con una sustancia pegajosa típico de esta subfamilia.

Polinizadores Eristalis tenax, sobre Ammi visnaga.


MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

Esta subfamilia, así como para cualquier otro polinizador, debe pasar por disponer en nuestro agroecosistemas de setos o plantas bancos con floración escalonada, intentando que existan flores en el campo todo el año donde las aromáticas como podéis ver en las fotos, son una excelente opción.  De esta manera todos nuestros polinizadores y sobre todo, aquellos que pasan el invierno en estado adulto como ocurre con el caso de los sírfidos eristalinos que nos ocupan hoy,  puedan alimentarse de polen y néctar aquellos días en que se activen cuando caliente el sol.

Eristalis tenax, libando néctar de una asterácea.

No obstante, los miembros de esta subfamilia al tener que desarrollarse en su estado larvario en una fase acuática, no sería mala idea de disponer de un pequeño estanque o incluso un gotero permanentemente vertido en un recipiente, para que siempre exista la posibilidad de la puesta de estos insectos.  Aquí la conjugación de agricultura con la ganadería es también importante para contar con la presencia de estos insectos, pues como decía... la alimentación de las larvas saprófagas en estado acuático depende del contenido de materia orgánica y de bacterias, donde los purines de cerdo por ejemplo, así como otras deyecciones animales... pueden ser un medio de cultivo para la puesta de este tipo de insectos y posterior desarrollo de sus larvas.

Licencia Creative Commons Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.

martes, 20 de julio de 2021

FAMILIA STAPHYLINIDAE

DESCRIPCIÓN: Familia Staphylinidae

Esperando os encontréis todos bien, os propongo una nueva entrada de este vuestro blog con objeto de que podamos desconectar, aunque sólo sea por algunos instantes, de esta realidad pandémica que todo lo inunda y ocupa.  En esta ocasión le dedicaré un espacio a una de las familias de coleópteros que por el aspecto que adoptan todos sus miembros, bien podríamos decir que en general, son fáciles de reconocer por cualquier persona medianamente observadora, al poseer unas características comunes que los hacen especialmente identificables a la vez que grandes aliados para nuestro agroecosistema.

Detalle de la cabeza y del ojo compuesto del Staphylinus olens que le proporciona una excelente visión.

La forma alargada de sus cuerpos, sus largas patas, la gran cabeza con élitros cortos, o su abdomen de gran tamaño que arquean cuando se sienten amenazados como si de un escorpión se tratase, son rasgos comunes que unidos a sus inconfundibles y prominentes mandíbulas, les proporcionan una adaptación exitosa a la depredación a nivel de suelo que los hacen especialmente interesantes para engrosar nuestra particular lista de fauna auxiliar.  Es precisamente este aparato bucal masticador que poseen todos los miembros de esta gran familia, el que les dota de una excelente herramienta para su depredación a nivel de suelo, y que pese a que la mayoría de ellos poseen grandes alas membranosas que repliegan bajo sus pequeños élitros como si de unos "transformers" se trataran, sólo las usarán en contadas ocasiones pasando la gran parte de su tiempo en la cota cero del terreno donde se alimentan y pasan prácticamente todo su ciclo vital.

Sus pequeños élitros guardan unas alas que repliega como si de un "transformer" se tratara.

Esta gran familia Staphylinidae que posee algo más de 63.000 especies, pueden llegar a alcanzar tamaños muy vario pintos que van desde 1 mm. de longitud, hasta los 50 mm. del protagonista de la mayoría de las fotos de hoy, que corresponden al Staphylinus olens, miembro inconfundible de la subfamilia Staphylininae que posee más de 300 especies descritas en la Península Ibérica.  Aunque verdaderamente debería decir Ocypus olens, ya que este es el género actual que lo engloba, pero que al ser clasificado originalmente en el género Staphylinus en 1764, algunos autores "viejunos" continuamos usando esta denominación pese a este cambio relativamente reciente.

Conocido como burrito o asnillo, nuestro Sthaphylinus olens represente un excelente depredador a nivel de suelo.

Este escarabajo de color negro y gran tamaño (en el caso de la especie de la foto hasta 50 mm) ampliamente extendido en mayor parte de Europa y norte de África, es conocido en algunos lugares como escarabajo errante, burrito o asnillo, pudiéndolo encontrar deambulando entre la hojarasca de nuestro agroecosistema en busca de potenciales presas.  Este hábito de vagabundear, le proporciona este apelativo de "errante" al ser observado en sus desplazamientos espasmódicos y algo nerviosos, que también denotan el tipo alimentación a base de cadenas nitrogenadas que componen su dieta.  Es precisamente esa dieta rica en proteínas, la que les proporcionan una energía extra que les permiten ejecutar movimientos rápidos, típicos de los grandes depredadores y que no sólo usan para cazar sino también para escapar de sus enemigos.  Son estos movimientos "eléctricos" los que nos harían saber incluso sin verlos cazar, de que se tratan de depredadores carnívoros frente a los desplazamientos lentos y torpes de otros coleópteros con dietas fitófagas, que son por otra parte, los causantes de la mayoría de las plagas. 

Aunque suelen tener hábitos nocturnos, podemos también avistarlos durante el día entre la cobertura vegetal o en algún escondrijo entre maderas o piedras.  Nuestro protagonista de hoy, se trata de un depredador generalista que actúa principalmente a nivel de suelo, para lo que se sirve de sus poderosas mandíbulas para agarrar y triturar a sus presas que ingiere con avidez.  Tiene la característica al sentirse amenazado, de encorvar su abdomen emulando a un escorpión siendo este comportamiento sólo pura fachada pues ni tiene aguijón ni veneno, quedándose todo ello, en una mera "performance" disuasoria que realiza ante sus potenciales depredadores para escapar.  Sin embargo, sí que posee en el extremo de su abdomen dos glándulas por la que excretan una sustancia química muy desagradable, que hace que algunos de sus depredadores se piensen mucho lanzarles un ataque.  De ahí que el nombre científico de la especie sea "olens" que significa olor, aunque para nuestros sentidos humanos pasaría totalmente desapercibida sin notar ningún olor especial.

Curva el abdomen cuando se siente amenazado como si de un escorpión se tratase pero sólo es fachada.

ESPECIE CONTROLADA:

Al tratarse de depredadores generalistas, no podemos por ello subestimarlos ni desecharlos para nuestros intereses agroecológicos, ya que realizan una labor encomiable dando buena cuenta de muchas de las plagas potenciales que residen a nivel de suelo como: caracoles, lombrices, babosas, cochinillas, larvas de noctúrnidos, pupas de mosca del olivo por ejemplo... y otros muchos insectos que capturan principalmente de noche, a la vez que también hacen funciones de descomponedores como buenos oportunistas carroñeros que son, colaborando en la descomposición y reciclaje de la materia orgánica del suelo.

Detalle de las potentes mandíbulas del Staphylinus olens a modo de cizalla

BIOLOGÍA:

En cuanto al apareamiento de estos insectos, suele realizarse en otoño y tras tres semanas... la hembra pondrá su puesta bajo tierra en condiciones de humedad suficientes entre hojarasca o el musgo cercano, o entre las piedras y maderas adyacentes.... Suelen verse principalmente desde abril a octubre, aunque en nuestra zona mediterránea podemos verlos sin problema hasta incluso el mes de junio.  Su larva enterrada pasa por tres estadios durante 150 días antes de pupar en el propio suelo, pasando todo el invierno de forma activa, hasta que en primavera pupen para que a continuación, reaparezcan en forma de imago. En cuanto a la alimentación de la larva, es también carnívora como en estado adulto, por lo que lo hacen especialmente interesante para nuestros intereses al comportarse como depredador en todos los estados de su ciclo vital.

Buscador incansable de presas lo hace una aliado ideal para nuestros intereses agrícolas.

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

Las cubiertas vegetales siempre serán una buena idea, pues no le gustan las zonas con suelo desnudo o sin materia orgánica.  Dedicar en nuestra parcela zonas con algunas tablas de madera, pacas de paja, compost, etc. donde no removamos mucho el suelo y sirvan a la vez como pequeña isla refugio, son estrategias muy recomendables para contar con la presencia y permanencia de estos seres que pese a su aspecto amenazador... ni son venenosos ni pican, por mucha "performance" que hagan cuando elevan su abdomen a modo de escorpión.  Por tanto, labores intensas de roturación de suelos así como el uso de fitosanitarios, no son nada recomendables si queremos contar con sus servicios en nuestro agroecosistema, donde la mera presencia de estos insectos nos dará una información muy valiosa del estado del mismo, al comportarse como excelentes bioindicadores por su sensibilidad a los fitosanitarios y al manejo del suelo.

Licencia Creative Commons Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.