DESCRIPCIÓN: 
Cesaron las ansiadas
                    lluvias y con ello el comienzo del ir y venir de
                    multitud de insectos.  Esta nueva entrada la
                    dedicaré a una las familias de himenópteros más
                    importantes de Andalucía, tanto por su número como
                    por su heterogénidad.  Esta familia de abejas
                    conocida con el nombre de Anthophoridae, está
                    compuesta por un grupo de abejas muy evolucionadas
                    que pueden oscilar entre los 3 mm de longitud, a los
                    3 cm de la protagonista de nuestras fotos.
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| Xylocopa violacea, sobre flor de Passiflora donde podemos apreciar su larga lengua de 1 cm. de longitud. | 
Como ya habréis
                    reconocido, se trata de una especie del género Xylocopa
                      sspp, conocidas popularmente como "abejas
                    carpinteras" o "abejorros violetas de la madera" (Xylocopa
                      violacea).  En Andalucía hay aproximadamente
                    150 especies de antofóridos (Ortiz-Sánchez, 2006).
Sin embargo, el número de especies del género de
                    nuestra protagonista de hoy, se reduce en nuestra Comunidad
                    a cuatro: Xylocopa violacea, Xylocopa
                      cantabrita, Xylocopa iris uclesiensis, Xylocopa
                      valga. 
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| Otro antofórido al que pertenece este macho de abeja solitaria que ejerce una labor polinizadora muy importante. | 
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| Los estambres de la Passiflora sp. están especialmente diseñados para dejar el polen sobre este insecto. | 
Si nos centramos en
                    la subfamilia de los xilócopos, podemos decir que se
                    caracterizan por poseer un cuerpo muy piloso (con
                    bandas de pelos en el abdomen y tórax) y una larga
                    lengua.  Estas abejas , construyen los nidos en el
                    interior de la madera muerta, al resultarles más
                    fácil la construcción de su  galería que usarán
                    posteriormente, para depositar su puesta.  Lejos de
                    grandes aglomeraciones estas abejas tienen hábitos
                    solitarios, aunque no son raras las agregaciones y
                    las asociaciones comunales. Ya que nuestra abeja
                    carpintera ha alcanzado una organización subsocial,
                    donde la hembra llega a convivir con su prole
                    prodigándoles cuidados parentales que denotan su
                    refinamiento evolutivo.
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| Aspecto violáceo de sus alas y cuerpo que le confieren el nombre de la especie Xylocopa violacea. | 
El nombre de Xylocopa hace alusión a la
                    construcción de sus nidos en la madera,
                    (Xulos=madera en griego) y el apelativo violácea, a
                    la tonalidad azul violeta del cuerpo y alas de los
                    adultos.
ESPECIE
                      CONTROLADA:
Pese al aspecto y
                    tamaño impresionante de este himenóptero, esta abeja
                    no es peligrosa para las personas.  Sin embargo, al
                    ser la mayor de las abejas solitarias de Europa, su
                    característico zumbido mientras circula entre las
                    flores ricas en néctar y polen, han podido
                    amedrentarnos en el algún momento.  Sólo la hembra
                    tiene aguijón pero sólo lo utilizará como defensa si
                    se ve muy acosada pues sabe... que moriría tras su
                    uso como cualquier abeja.
En este caso, nuestro auxiliar no hace un labor de control biológico estricta sobre otra especie de artrópodos, sino que realiza una clara labor polinizadora, adaptada a flores de gran tamaño y en esa labor radica su principal función para nuestro agroecosistema. Por tanto, si nuestro cultivo depende para su cuajado de una polinización entomófíla, y sus flores son de gran tamaño, el potenciar la presencia de este insecto puede resultar una buena idea. Cultivos como, alcaparras, níspero, manzanos, membrillos, caquis, etc. son cultivos donde nuestra abeja gigante se siente especialmente atraída.
En este caso, nuestro auxiliar no hace un labor de control biológico estricta sobre otra especie de artrópodos, sino que realiza una clara labor polinizadora, adaptada a flores de gran tamaño y en esa labor radica su principal función para nuestro agroecosistema. Por tanto, si nuestro cultivo depende para su cuajado de una polinización entomófíla, y sus flores son de gran tamaño, el potenciar la presencia de este insecto puede resultar una buena idea. Cultivos como, alcaparras, níspero, manzanos, membrillos, caquis, etc. son cultivos donde nuestra abeja gigante se siente especialmente atraída.
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| Especial diseño para las flores de corola profunda, o muy abiertas como esta passiflora. | 
Debemos tener presente que todos los miembros de
                    esta familia, se caracterizan por poseer una
                    larguísima glosa (lengua), que puede llegar a
                    alcanzar 1 cm de longitud.  Es precisamente esta
                    característica, la que facilita el acceso a flores
                    de corola profunda, recurriendo a practicar incluso
                    una incisión en la flor con sus piezas bucales
                    cortantes para acceder al néctar, en los casos en
                    que la corola es demasiado profunda, como por
                    ejemplo ocurre en la flor del narciso.  Las hembras
                    del género de nuestra protagonista de la foto,
                    presentan estructuras especiales denominadas
                    "escopas" similares a las abejas meliferas
                    y ubicadas en las patas traseras que les ayudan a
                    recolectar el polen.
Las abejas
                    carpinteras son insectos que pasan el invierno en
                    los nidos de madera.  Es en primavera cuando
                    despiertan y se aparean.  Es en ese momento cuando
                    las hembras ponen algunos de sus huevos en las
                    galerías excavadas en la madera muerta.  Los machos
                    suelen tener los ojos más grandes que las hembras,
                    lo que es algo fundamental en su constante labor de
                    vigilancia y observación de las hembras a las que
                    persiguen incansablemente hasta lograr la cópula. 
                    Para crear su nido la hembra busca madera seca,
                    postes, ramas muertas o alguna estructura de
                    madera.  Se vale de sus fuertes mandíbulas a modo de
                    gubia de carpintero, para ir horadando una galería
                    de entrada horizontal.
                      
Posteriormente sigue un conducto vertical de 15 a 
                    30 cm de largo y de 1,5 cm aproximadamente de
                    diámetro, que presenta un solo orificio de salida. 
                    En el fondo del conducto, se dividen en unas 12
                    celdillas separadas por pequeños tabiques formados
                    por serrín prensado con saliva.  En cada una de
                    estas celdillas podemos econtrar unos granos de
                    polen y una larva, que se irá desarrollando en cada
                    uno de las habitaciones individuales de esta
                    galería, para que a finales de agosto o septiembre,
                    las jóvenes abejas saldrán una tras otra por la
                    única abertura existente.
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| Detalle del aspecto piloso del cuerpo del insecto. | 
MEDIDAS PARA
                      FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO
                      AGROECOSISTEMA:
El dejar estructuras
                    de madera vieja en lugares tranquilos, puede
                    resultar una buena idea para potenciar la  aparición
                    de estos himenópteros.   Esto no debe inquietarnos
                    ya que los xylócopos no crean enjambres, ni colonias
                    y tal como decía, no se alimentan de madera de modo
                    que nunca llegaran a ser un incordio en nuestro
                    agroecosistema, sino todo lo contrario.
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| Estas abejas realizan galerías poco profundas prefiriendo madera muerta al ser más blanda. | 
El incluir entre
                    nuestros setos especies como la Passiflora, Glicina,
                    Capparis y Lampranthus, es un reclamo irresistible
                    para este gigante alado, que le gusta frecuentar las
                    zonas urbanizadas donde no le faltan estructuras de
                    maderas y un gran surtido de flores.  Un hecho
                    curioso de esta especie, es que las hembras jóvenes
                    construyen sus nidos en el lugar donde han nacido. 
                    Por tanto, si sabemos de la existencia de un nido de
                    esta especie de abeja, no tocarlo, es lo mejor que
                    podemos hacer puesto que posiblemente sus hijas
                    volverán a utilizarlo al año siguiente.
 Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.
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