viernes, 21 de junio de 2019

FAMILIA ARANEIDAE

DESCRIPCIÓN:
Esta nueva entrada la dedicaré a uno de los grupos de artrópodos terrestres más antiguos del planeta, donde los primeros fósiles encontrados hasta el momento lo ubican dentro del Devónico, es decir hace 380 millones de años.  Concretamente me refiero a una de las familias de arácnidos, que bien por su carácter generalista en cuanto a la depredación de la microfauna se refiere, o bien por el simple hecho de ser relativamente común en nuestras latitudes, podemos caer en el error de subestimar o ignorar su labor en nuestro agroecosistema.

Araña jardín, destacar el típico el cuadrado que forman sus cuatro ojos frontales.
Se trata pues de la familia araneidae, que se caracteriza por poseer especies de arácnidos con una maestría exquisita en la construcción de sus telas, donde dependiendo de la especie, podemos apreciar distintas formaciones singulares conocidas todas ellas como telas orbiculares, más difíciles de construir que otras estructuras similares pero también más flexibles y resistentes, donde problamente poseen un origen evolutivo común tal como se desprende de estudios recientes publicados en Proceedings of the Royal Society.

La hembra con 12-17 mm es mucho más grande que el macho con sus sólo 5-10 mm.
Esta característica, la diferencia de otros arácnidos tejedores como los tetragnátidos, pertenecientes a otra gran familia de arañas elaboradoras de telas pero algo más anárquicas en cuanto a la fabricación de sus estructuras.  Sin embargo, las especies protagonistas de esta familia que nos ocupa en esta entrada, tejen siempre partiendo de un eje central de donde salen líneas radiales y/o espirales de seda pegajosa.  Además, en estas telas también se añaden hilos no pegajosos desde donde el arácnido, se posicionará bien desde el centro o en uno de los extremos de la estructura, para esperar pacientemente la llegada de cualquier víctima incauta.

El rocío de la mañana hizo especialmente visible la tela para la foto, cosa que horas antes, no fue advertida
por el incauto mosquito que vemos pegado en ella.
Morfológicamente poseen un abdomen ovoide de gran tamaño, que puede variar desde colores brillantes, adornados con bandas y marcas muy diversas, o tonos más terrizos.  En su cabeza, podemos apreciar ocho ojos, de entre los cuales, es frecuente en esta familia encontrar especies con cuatros de ellos muy juntos en la zona central de la cabeza formando un cuadrado, el resto de los otros dos pares restantes se ubicarán en los lados más externos de la cabeza, tal como podemos apreciar en la primera macrofotografía de esta araña jardín.

Su carácter generalista la hace especialmente interesante para nuevas plagas.

ESPECIE CONTROLADA:
Todas las especies de esta familia de arañas tejedoras, son depredadoras generalistas como la mayoría de las familias de arañas, por lo que siempre deberemos considerarlas como unos excelentes aliados para nuestros intereses como agricultores que hacen agroecológía, ya que van a regular poblaciones de artrópodos plagas... al ser estos más numerosos que nuestra propia fauna auxiliar, que indudablemente también sufrirá alguna baja.   Sin embargo, no podemos sino incluirlas en nuestra particular lista de Fauna Auxiliar,  que no sólo por lo descrito... el contar con su mera presencia nos proporciona una valiosísima información al comportarse como magníficos bioindicadores, ya que son muy sensibles a fitosanitarios, certificando con su comparecencia la buena salud de nuestro agroecosistema.

La forma de las telas es característica de cada género o familia de arácnidos, que van desde
 las que tienen forma de mantel Tegenaria sspp. a las estrictamente geométricas con muy pocos radios.
En el caso de la especie de la foto Araneus diadematus, suele realizar su tela cerca del suelo entre vegetación y matorral adyacentes o sujetas en arbustos o ramas bajas de árboles.  Con frecuencia podemos observarla colgada de un hilo entre dos ramas de diferentes plantas a modo de puente.  Su estructura está compuesta generalmente por más de 30 radios y una madeja más tupida en el cubo central.  Una curiosidad de este arácnido, es que nunca repara su tela: si se rompe, la reconstruye entera varias veces al día si es preciso, reciclando su propia seda anterior comiéndosela para volverla a formar nuevamente.

BIOLOGÍA:
Su distribución está muy extendida en nuestra latitudes así como en el resto de Europa, desarrollando su ciclo vital entre la vegetación espontánea, brezales y jardines, donde los adultos se hacen más visibles a principios de agosto.  Estos arácnidos ya maduros, esperan en el centro o en los extremos de su tela hasta abalanzarse sobre sus víctimas que quedan atrapadas en ella.

Esta familia se diferencia de los Terídidos por la falta de la fila regular de pelos bajo los tarsos traseros.
El apareamiento se produce a finales de verano y su puesta, entre los meses de septiembre y octubre donde la hembra puede llegar a poner varios paquetes de huevos, que abandonará en el interior de un capullo amarillo repleto de varios cientos de huevos bajo la hojarasca en el suelo, para morir seguidamente.  Sin embargo, si la hembra es inmadura puede llegar a invernar durante dos años entre la vegetación, junto que las crías abandonadas de otras congéneres que ya cumplieron su ciclo vital, donde estos pequeños  no dejarán el capullo amarillo hasta la siguiente primavera.

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
Tal como decía su elevada sensibilidad a los fitosanitarios la hacen especialmente vulnerables, por lo tanto, abandonar el uso de estos manejos convencionales ayudarán a aumentar la presencia de estos y otros arácnidos en nuestro agroecosistema.  Por contra, manejos ajustados a la agroecología son ideales para incrementar sus poblaciones y en consecuencia, ayudar a paliar las plagas y enfermedades, a la vez de fomentar la presencia de otros aliados protagonistas que vengo describiendo en este vuestro blog.

La hembra realizará su puesta en el suelo entre la hojarasca, para morir al poco tiempo.
Del mismo modo al usar estos arácnidos el suelo para sus puestas así como para invernar, se recomienda dejar un pequeño montículo de piedras donde nos aseguraremos de no pasarnos con el arado, y por tanto de no remover continuamente todo el suelo de nuestro agroecosistema, lo que contribuirá consecuentemente a la permanencia de nuestros aliados.

Licencia Creative Commons Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.