jueves, 4 de enero de 2018

FAMILIA BRACONIDAE

DESCRIPCIÓN:
Empezamos el año dedicando esta nueva entrada a una de las familias de insectos conocida como Braconidae, donde la mayoría de las especies que la componen son insectos con una apariencia de avispilla pequeña de hábitos parasitoides.  Es decir, de himenópteros que parasitan y dan muerte a su hospedante antes de alcanzar el estado adulto, a diferencia de otros artrópodos parásitos estrictos. 

Larvas de la mariposa de la col sin parasitar, principal hospedante del bracónido.
Es por ello, que debemos considerar a la gran mayoría de los miembros de esta familia como unos excelentes aliados, ya que mantendrán a raya muchas de las plagas de nuestros cultivos como estas larvas de piéridos de la primera foto.  Esta familia de avispillas, representan por si misma desde un punto de vista taxonómico, la segunda familia de mayor diversidad de la orden Hymenoptera.

Las larvas del Bracónido han salido del cuerpo de la larva y  han formado varios ovillos de aspecto dorado.
El tamaño de estos himenópteros varía desde 1-30 mm, aunque la mayoría de las especies son más bien pequeñas de unos 10 mm aproximadamente (Wharton et al., 1997). La mayor parte de los bracónidos son endoparásitoides koinobiontes, que habitan en casi todos los ecosistemas terrestres y suponen un gran número de especies distintas con diferentes comportaminetos y hábitos.  Es por ello, que nos centraremos en este "post" en un bracónido en particular considerado como la gran pesadilla de la mariposa blanca de la col, concretamente nos referimos al Apanteles glomeratus (L) perteneciente a la subfamilia Microgastrinae, que por su macabra forma de actuar, bien le valdría un papel destacado en un "remake" de la conocida película "Alien, el octavo pasajero".

Aspecto del adulto del Apanteles glomeratus, tras salir de su pupa junto al cadáver de su hospedante.


ESPECIE CONTROLADA:
A nivel general podemos decir que la mayoría de los parasitoides son insectos, generalmente avispillas o mosquitas de pequeño tamaño que atacan a orugas de mariposa, pulgones, larvas de escarabajos, moscas y ocasionalmente hormigas. Sin embargo, las especies que controla el bracónido protagonista de esta entrada, son básicamente lepidópteros del género Pieris spp, donde se ubica nuestra conocidísima mariposa de la col, que como bien sabéis, gusta alimentarse de hojas de crucíferas: coles, mostaza, coliflores, colza, brócolis, rábanos, etc. causando en ocasiones importantes daños.

La oruga de la col engloba a dos especies de mariposas Pieris brassicae L, (que se encuentra en toda la península y baleares) y Piereis rapae L, (que se encuentra además en Canarias), ambas mariposas se comportan en ocasiones como plagas en los cultivos de crucíferas en casi toda Europa.

Larva de la mariposa de la col sobre hoja de Brócoli morado.
Nuestro parasitoide... ¡sabe idiomas!, y es capaz de detectar el mensaje químico que lanza la planta cuando está siendo atacada por el fitófago.  Es precisamente a esta llamada de auxilio que emite la planta a través de sustancias químicas denominadas auxilinas, por la que nuestro bracónido es capaz de conocer la ubicación de la larva de la mariposa ,que le servirá de hospedante a su prole.

Aspecto del adulto de Pieris Brassicae sobre la inflorescencia de la menta.
Las larvas del Apanteles sp construirán inmediatamente tras su salida del hospedante, un capullo de seda dorada que seguirá adherido al cuerpo inerte de su víctima, y que tras pasados unos pocos días emergerán en  forma de adultos alados.

Pupa de la mariposa de la col antes de su metamorfosis al librarse de este parasitoide que actúa sólo en estado larvario.


BIOLOGÍA:
La mayoría de hembras de avispas parasitoides, incluyendo los bracónidos, inyectan veneno a sus hospedadores para paralizarlos de forma temporal (koinobiosis) o permanente (idiobiosis). Posteriormente, éstas depositan sus huevos, fuera del insecto o dentro (endoparasitoides), tal como ocurre con el nuestra protagonista.

Desembarco de la tripulación alieníjena del cuerpo inerte de la larva de la Pieris spp.
En el momento que la hembra de Apanteles sp advierte la presencia de la larva de la mariposa, es cuando esta, inyectará un paquete de huevos (hasta unos 100) en puntos no vitales de su hospedante, para que su prole se vaya desarrollando en su interior hasta alcanzar un tamaño óptimo para salir del cuerpo de su víctima.  Es precisamente en ese momento, cuando devoran los ganglios cervicales del hospedante y salen al exterior provocándole consecuentemente una muerte agónica, y prepupando inmediatamente después de su salida, tras tejer sus característicos ovillos dorados donde tendrán lugar su rápida metamorfosis tal como decíamos anteriormente.

Imagos de Apanteles glomeratus
Detalle de las alas del Apanteles glomeratus













MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
El dedicar en nuestro agroecosistema diferentes plantas donde puedan refugiarse nuestra protagonista es fundamental.  Las plantas pertenecientes a familias de las Umbelíferas y las Compuestas son las mejores hospedantes.  También crucíferas como la mostaza silvestre (Brassica campestris), aumentará la eficiencia y actividad de nuestro aliado.

Larva de la mariposa de la col parasitada por bracónido sobre cítrico.
Debemos recordar que una vez detectemos la mariposa de la col, no conviene realizar tratamientos de forma sistemática sin haber realizado antes, un seguimiento de los niveles de plaga existente y valorar los niveles de control natural de la misma. Puesto que si  observamos estos ovillos dorados adheridos a alguna de las larvas de la mariposa, denotará la presencia y actuación de nuestro auxiliar. Por tanto, en el supuesto que hagamos un tratamiento indiscriminado, mataremos no sólo a la plaga sino también a nuestro aliado, dejándonos sin defensa ante potenciales desequilibrios futuros.

Larva de Pieris sp aún con vida mientras siguen saliendo de su cuerpo bracónidos.
Además, debemos tener presente que nuestro aliado no ovopositará sobre todas las larvas de Pieris spp que encuentren a su paso, ya que espaciará y priorizará su labor parisitaria para asegurar la alimentación a sus próximas generaciones. Por ello los efectos visibles no son espectaculares, pero no pensemos que no está actuando, porque sí la está haciendo de una forma selectiva y deliberada.

El aspecto parduzco de la larva de mariposa, nos advierte que se encuentra parasitada.
Como método práctico para valorar el grado de actividad de nuestro auxiliar, permitirme contaros a través de un ejemplo de un cultivo como la col, lo que suelo hacer .  En el inicio del cultivo, suelo mirar el envés de las hojas que es precisamente el lugar donde hace la puesta la mariposa de la col, y voy contando el número de coles donde he encontrado larvas de mariposas parasitadas.  Si el número de coles donde encuentro pistas del parasitoide es inferior a 1 entre 15 coles, significará que la regulación biológica no es suficiente y será recomendable hacer un tratamiento con Bacillus thuringiensis.  En este caso, recomiendo esperar para aplicar el tratamiento hasta la puesta del sol, diluyendo preferiblemente nuestro entomopatógeno en agua destilada.  Se puede añadir algo de azúcar (0,5-1%) como atrayente alimenticio y/o resina de pino para que actúe de filtro de los rayos ultravioletas, con objeto de que aguante más nuestro preparado que es bastante fotosensible.

Sin embargo, si encontramos un número de coles superior a 1/15, significará que el auxiliar está controlando la plaga y por tanto, no realizaré ningún tratamiento.  Tenemos que tener presente que en agroecología, no debemos  alarmarnos al observar un número pequeño de larvas de Pieris spp, ya que estas son necesarias para  asegurar la supervivencia de nuestro auxiliar, consiguiendo mantener el umbral de plaga al mínimo, si conseguimos que nuestro aliado se quede en nuestro agroecosistema todo su ciclo vital.
Licencia Creative Commons Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.