sábado, 14 de diciembre de 2013

FAMILIA SCATHOPHGIDAE

Scathophaga stercoraria L. (Mosca amarilla del estiércol).

DESCRIPCIÓN:
Dedicamos esta nueva entrada en nuestro blog, a un insecto algo escatológico pero que sin duda, ha conseguido en si mismo lo que el hombre lleva siglos intentando a través de una antigua disciplina pseudocientífica como es la alquimia.  Este insecto, capaz de incorporar y procesar los excrementos de los mamíferos al suelo, representa un extraordinario aliado para aumentar y enriquecer la fertilidad del mismo, y por consiguiente,  debe ser apreciado dentro del agroecosistema como  si de un metal precioso se tratara al que la naturaleza presta su color dorado.
Detalle del imago de Scathophaga stercoraria L 
Este díptero de aspecto desgarbilado, se comporta además como un excelente depredador generalista de otros insectos, muchos de los cuales son considerados como plagas en nuestro cultivar.  Se trata pues de un díptero denominado Scathophaga stercoraria L. conocida con el nombre común de mosca amarilla del estiércol o mosca de oro.  Su nombre en latín deriva del término "Stercorarius" relativo a los excrementos y "Scathophaga" a su modo de alimentación coprófaga, es decir, que se alimenta de excrementos de los que también depende para cumplimentar su ciclo vital como ya veremos.
Scathophaga sp. capturando a una presa de igual tamaño.

Los adultos de estas moscas de aspecto hirsuto, poseen un recubrimiento de un denso pelaje de color dorado alcanzando una longitud que oscila entre los 5 a 11 mm y, siendo los machos los que poseen unos tonos amarillos más vistosos, mientras que la hembra presenta tonos más apagados y verdosos. Son estos primeros, los que poseen hábitos predatorios alimentándose de otros pequeños artrópodos, mientras que las hembras también se alimentan de heces de mamíferos que utilizan como lugar para sus puestas donde las larvas de hasta unos 10 mm de largo, encuentran todo lo necesario para desarrollarse y pupar posteriormente en el interior de la tierra.

ESPECIE CONTROLADA:
Su carácter generalista no hace distingos entre sus potenciales víctimas, encontrándose especializada para la caza al acecho y a pleno vuelo, por lo que insectos de su misma orden algo más pequeños, son generalmente los que constituyen el grueso de su dieta: moscas y mosquitos principalmente o incluso algún pequeño microlepidóptero algo despistado, pudiendo consumir como fuentes adicionales de energía néctar y estiércol como ya decíamos.
A veces una flor es un buen sitio para cazar una presa.
Estos dípteros de la familia de los múcidos, suelen utilizar oteaderos cercanos a las fuente de alimentación de sus presas, desde donde rastrea sin descanso para satisfacer su voraz apetito.  Es por tanto que este díptero, se comporta como un inestimable aliado para combatir plagas tan importantes en producción ecológica, como es el caso la mosca de la fruta (Ceratitis capitata) o la propia mosca del olivo (Bactrocera oleae).  Esta labor es muy importante, ya que su depredación se realiza sobre estas poblaciones de la familia tephritidae mientras se encuentran en estado adulto, no teniendo que esperar a su estado pupal, para ser controlada la plaga, tal como ocurre con otros aliados himenópteros parasitoides entre los que destaca la especies como la Diachasmimorpha tryoni, Diachasmimorpha longicaudata, Eupelmus urozonusOpius concolor, etc) y por tanto, pueden ser depredados antes de ocasionar el daño a la fruta, de ahí su importancia. 
Captura de pequeño díptero.
BIOLOGÍA:
El apareamiento tiene lugar normalmente en el suelo, donde seguramente encontraremos cerca un excremento fresco de mamífero (vacas o pequeños rumiantes principalmente). Su ciclo vital dura aproximadamente dos meses, donde las hembras tras poner su puesta en el estiércol fresco tal como decíamos, ven como sus larvas eclosionan en tan sólo un par de días y que se alimentarán de los excrementos.  Es entonces, cuando se suceden tres mudas en muy corto periodo de tiempo, en unos cinco días aproximadamente hasta pupar en el plazo de una semana en el suelo, de donde emergerán los adultos pasado un par de semanas, (estos plazos evidentemente dependerá de la temperatura).

Sus largas patas provistas de espinas, están adaptadas para agarrar a su presa.
Durante su ciclo vital pueden aparearse entre 4 y 10 veces, por lo que las sucesivas generaciones ocupan prácticamente todo el año en nuestra zona mediterránea más templada, donde podremos computar unas 3 ó 5 generaciones de nuestra protagonista en el año.
Hembra de Scathophaga stercoraria  realizando la puesta.
MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

Evidentemente la conjugación entre agricultura y ganadería, aparte de todos los parabienes agronómicos que se derivan de esta asociación,  es fundamental para la presencia de estos insectos, como algunos de los miembros que venimos diciendo algunos perteneciente a esta familia y otros a la familia de los asilidos, que necesitan del estiércol para cubrir todo su ciclo vital y por tanto, es necesario disponer de estos excrementos para favorecer su permanencia.  La presencia de algún animal herbívoro en el agroecosistema será suficiente para aumentar la presencia de estos insectos y de la consiguiente labor beneficiosa.  El disponer de pequeños oteaderos a modo de ramitas, también favorecerá la presencia de estos aliados, que pese a su carácter generalista sumaran a la hora de regular cualquier crecimiento de una potencial plaga.


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martes, 5 de noviembre de 2013

FAMILIA ANYSTIDAE - ERYTHRAEIDAE

DESCRIPCIÓN:
Como sabemos, muchos de nuestros auxiliares no son estrictamente insectos, a los que nos referimos en este post concretamente, pertenecen a la clase arachnidae es decir, arañas y más concretamente ácaros. Entre la amplia gama de especies de ácaros conocidos, algunos de ellos actúan como excelentes aliados para combatir plagas muy frecuentes en multitud de cultivos hortofrutícolas o industriales,  familias como la Pytoseiidae a la que pertenecen ácaros depredadores, como: Phytoseiulus persimilis, Amblyseius califórnicus o swirskii entre otros, son todo un clásico en la lucha biológica, siendo relativamente sencillo encontrar alguna referencia de ellos, o su adquisición de forma comercial para combatir a otros ácaros plaga como la propia araña roja (Tretranychus cinnabarinus).

Ácaro de la familia Erythraeidae  Leptus sp. parasitando a pulgón.
Sin embargo, en la ficha que nos ocupa hablaremos de dos de las familias de ácaros no tan conocidas, pero que si nos armamos de una gran dosis de paciencia y buena vista, terminaremos observándolos en casi cualquier planta cercana donde existan sus potenciales presas. Nos referimos en primer lugar, a los ácaros incluidos en la familia Anystidae cuyo género más habitual en nuestra zona, es el Anystis sp que da nombre a la citada familia, y en segundo lugar, a los incluidos dentro de la familia Erythraeidae cuyo género más habitual es el Leptus sp, fácilmente observable en sus primeras fases de desarrollo parasitando a pulgones.

El tamaño del ácaro en su fase parásita, hace que la movilidad del pulgón se vea muy reducida.
Los ácaros incluidos en estas familias, no tienen tanta fama como las anteriormente mencionados y no se comercializan debido a su complejo manejo de cría, pero que no debemos subestimar ya que desempeñan una labor igualmente encomiable para el control biológico de algunas de nuestras plagas más comunes en cultivos hortofrutícolas, pese que a su carácter generalista (común por otra parte entre la clase arachnidae)  puedan ser acusados por algunos, de depredar algún insecto o ácaro auxiliar.

ESPECIE CONTROLADA:
Estos ácaros perfectamente adaptados a nuestras latitudes, y que aparecen de forma espontánea en nuestros campos, se alimentan de pequeños insectos y otros artrópodos como: pulgones, trips, colémbolos, alguna puesta de mosca blanca e incluso pequeños minadores, pero sobre todo de otros ácaros fitófagos (de la familia Tetranychidae, principalmente).

Los eritreidos Leptus sp. en su su fase larvaria poseen sólo 6 patas para completar sus ocho patas de arácnido en su fase de imago.

GENERALIDADES:
A simple vista, los Anístidos son inconfundibles por su forma de moverse, siendo difícil encontrarlos en reposo para fotografiarlos con cierta calidad, haciendo gala fiel de una rapidez extrema en su desplazamiento.  Sin embargo los Eritreidos, (en su mayoría), poseen una fase larvaria parásita inmóvil y por tanto, fáciles de identificar como este del género Leptus sp.que podemos apreciar en la foto y que son frecuentes encontrar en lugares soleados tales como viejos muros y/o plantas.

Detalle del Eritreido Leptus sp.en su fase parasita.
MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
Prácticas propias: como la implantación de cubiertas vegetales, el uso de setos, policultivos, o la mera incorporación de restos vegetales, hacen que desde un manejo agroecológico apenas nos exija un trabajo extra el fomentar la presencia de estos ácaros depredadores.  Sin embargo,  es recomendable contar con la presencia de plantas espontáneas como el llamado "ombliguito" o falso trébol, oxalis spEsta planta, propicia las condiciones adecuadas para la permanencia de esto arácnidos y de sus presas, a la vez que tapizamos el suelo y evitamos el afloramientos de otras plantas que puedan competir con nuestro cultivo.  La coexistencia de pequeños reductos de plaga, debemos aceptarlos cuanto antes como pieza fundamental para asegurar la permanencia de nuestra fauna auxiliar, de modo que el agroecosistema tenga una especie de "vacuna", ante cualquier desequilibrio provocado por el crecimiento exponencial de cualquier insecto plaga.

Leptus sp. parasitando a pulgón.

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sábado, 26 de octubre de 2013

FAMILIA SCYTODIDAE

DESCRIPCIÓN:
Scytodes thoracica, "Araña escupidora".
Sólo por la particular forma de caza de este arácnido, bien merece la pena dedicarle una entrada en el blog engrosando nuestra particular lista de fauna auxiliar.   Su fascinante técnica de caza de la que hace gala, acompañada de su aspecto inusual, la hace fácilmente identificable entre los arácnidos.

Scytodes thoracica, detrás se observa un pupa de Ceratitis. sp.

Este escitódido originario de nuestra zona mediterránea,  posee sólo tres pares de ojos y a diferencia del resto de arañas, dispone de unas glándulas venenosas altamente especializadas y separadas en dos secciones, de manera que la más pequeña de ellas se encarga de producir veneno, mientras que la más grande, fabrica la seda que lanzará a modo red cuando realiza su ataque.  Esta seda que "escupe" a corta distancia, está compuesta por una trama de pequeños hilos pegajosos entrecruzados en forma de zigzag, que usa para inmovilizar sus presas a distancia, a la espera de su aproximación final para asestar su picadura mortal.  Esta araña de hábitos nocturnos y movimientos lentos, no fabrica las telas al uso que nos tienes acostumbrados la mayoría de arácnidos, sino que lanza su red como si de un gladiador se tratara con una rapidez pasmosa.



ESPECIE CONTROLADA:
Reducen el número de moscas y pequeños mosquitos, impidiendo que proliferen sus colonias.

El desplazamiento lento de la Scytodes. sp. es característica
Por tanto, un aliado más para la regulación de la Ceratitis capitata y/o la Bractocera oleae, especies de dipteros plagas que afectan como bien sabéis, a la fruta y a la aceituna respectivamente.  Cuando pretendemos luchar contra una plaga concreta, nos empeñamos en buscar un insecto específico antagonista que la deprede o parasite.  En la mayoría de los casos esto no es así, existen innumerables artrópodos generalistas que realizan una labor encomiable para la regulación de las plagas, y lo interesante es conjugar los máximos posibles en el agroecosistema.  Este es el caso de nuestro depredador generalista que nos ocupa hoy, que no debemos verlo como la solución a una plaga, sino como un aliado más que contribuye a su reducción, y/o mantenerla en un umbral poblacional que nos permita la actividad agraria.


BIOLOGÍA:
Este arácnido con una típica silueta en su prosoma similar en tamaño a su abdomen, alcanza una longitud corporal total de entre 4-6 mm, pudiéndose encontrar en forma adulta durante todo el año.  Su color amarillento con manchas negras al igual que su tamaño, es común entre machos y hembras no existiendo un claro dimorfismo sexual, (aunque el macho es ligeramente más pequeño).
Scytodes sp. sobre equinacea emitiendo
un hilo de seguridad.

Su principal diferencia, es que el macho posee unos órganos copuladores muy llamativos, los bulbos en el tarso de los palpos consistentes en una parte esférica que termina en un largo y fino hilo.  Antes del apareamiento, el macho teje una especie de saquito corto que coloca debajo del órgano sexual, desde donde deja caer una gota de esperma. Posteriormente se aproxima a la hembra y tras un breve cortejo se asegura de que la hembra está receptiva, levantando el prosoma para que el macho se pueda deslizar por debajo para introducirle ambos bulbos en sus orificios sexuales de la hembra.  La hembra una vez fecundada transportará su huevos en un pequeño ovillo de seda hasta poco antes de que las ninfas eclosionen.
Scytodes thoracica en placa de petri.

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
Estos arácnidos en nuestra zona mediterránea son muy comunes, pudiéndolos encontrar bajo las piedras e incluso en nuestras propias casas, donde encuentran una excelente fuente de calor.  Sus hábitos nocturnos, hacen que pasen desapercibidos para nosotros en la mayoría de los casos, no debiéndoles temer en  un hipotético encuentro, ya que son inofensivos para el ser humano.  Por tanto, disponer de un pequeño rocódromo en nuestro agroecosistema, no deja de ser una magnífica idea para  promover la permanencia de todos aquellos artrópodos que buscan refugio durante el día, y basan su actividad en la nocturnidad, como es el caso de nuestra protagonista.  Para todos ellos, deberemos pensar en un espacio con baja presión humana, reservando aquellos lugares donde no removamos el suelo de forma continuada.

Scytodes sp, encontrada bajo una roca y que escapa al  haber sido molestada .


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martes, 20 de agosto de 2013

FAMILIA STRATIOMYIDAE

DESCRIPCIÓN:
Hermetia illucens. (Mosca Soldado).
Le dedicaremos un espacio en nuestro blog, a un braquicero que actúa como excelente catalizador de una de las labores más habituales de un agricultor ecológico, nos referimos al compostaje.

Adulto de Hermetia illucens
Este díptero, viejo conocido entre los permacultores, posee un aspecto similar a la avispa arañera, nada que ver con estos pompílidos depredadores de arañas donde su aspecto parecido, seguramente le proporcione más beneficio que perjuicio ante cualquier posible depredador.  Sin embargo, se trata de una mosca (sin aguijón) totalmente inofensiva, que lejos de ser una amenaza por su mencionado aspecto, podemos considerarla como un miembro de nuestra fauna auxiliar, que en estado larvario, se comporta como un estimado aliado a la hora de acelerar el procesado de desechos orgánicos utilizables, no sólo como enmiendas orgánicas en agricultura, sino también reciclando los nutrientes en proteína de insecto de alto valor nutritivo.  Nos referimos, en este último caso, en el supuesto de ofrecerlos directamente como alimento animal en acuarofilia, avicultura o incluso a los propios reptiles de "compañía".  Es reseñable en este sentido, aunque parezca mentira, que se ha venido desarrollando una pseudoindustria para la cría de estas larvas de nuestra protagonista, recolectándose tanto sus larvas como sus pupas, que sirven como inestimable alimento ecológico a gallinas y/o peces, que encuentran en nuestro insecto una magnífica fuente de proteínas de alta calidad.

Detalle del ojo de la Hermetia illucens.

Esta mosca aunque originaria de América,  la podemos encontrar también en Asia y el sur de Europa, donde la descubriremos sin dificultad en nuestra zona mediterránea, allá donde exista una compostadora o restos orgánicos, como bien sabe mi amigo Pablo González.

Imago de mosca soldado.

ESPECIE CONTROLADA:
Reducen el número de moscas domésticas impidiendo que proliferen sus poblaciones, ya que durante su fase larvaria produce feromonas que actúan como repelentes de otras moscas que podrían actuar de potencial competencia.  Además, poseen una extraordinaria avidez a la hora de alimentarse, siendo muy competitivas frente otras especies llegando ha procesar la celulosa que otras moscas no pueden digerir.
Larva de mosca soldado sobre compost.
Igualmente, este insecto es muy resistente a sustancias derivadas de la propia descomposición de los restos orgánicos: amoníacos, alcoholes o sustancias tóxicas de los propios alimentos que otros descomponedores no toleran. Téngase presente, el caso de las lombrices rojas (Eisenia foetida) utilizadas en vermicultura, que ante sustancias fenólicas, quinonas o cualquier otro resto orgánico que baje el Ph, pueden resultar letales para este anélido, sin embargo, son totalmente inofensivas para nuestra mosca soldado manteniendo la pila de compostaje aireada, debido a su elevada actividad con la consiguiente prevención ante la posible aparición de patógenos anaerobios.

BIOLOGÍA:
Este insecto, sólo y exclusivamente se alimenta de material vegetal en descomposición, nunca de material vegetal vivo y por tanto, es inocuo para nuestros cultivos.  Sus larvas, tienen una longitud de 1-4 cm con un grosor de 0.5 mm de color marrón oscuro.  Su ciclo vital, es caracterizado por su extraordinaria rapidez que en condiciones óptimas de humedad y temperatura es de tres semanas, lo que le hace un insecto muy prolijo en poco tiempo y muy apreciado por nuestro "amigo" Grisson y sus colegas entomólogos forenses, que utilizan nuestra mosca como factor de tiempo de referencia al infectar los cadáveres con una extraordinaria rapidez.  Las larvas pueden madurar y pupar en tan sólo 10 días, una vez tengan los tejidos desarrollados y hayan almacenado suficientes reservas como para llevar a cabo la metamorfosis hasta su paso final a imago, que tras aparearse morirá rápidamente.  Todo este ciclo vital, comienza por la puesta de la hembra directamente sobre los restos orgánicos frescos donde transcurridos unos cuatro días, pasan por una fase larvaria muy activa.  Esta extraordinaria actividad y movimiento, choca con el hecho de ser larvas ápodas y prácticamente tener una apariencia de tubo transformador de "basura", que tal como podemos apreciar en la foto, posee una boca de entrada y un orificio de salida.  Por este último, es por donde sale el material pretratado y que utilizarán otros organismos, entre ellos la propia lombriz roja, que no es capaz de utilizar el material tan "entero" alimentándose de  lo excretado por la larva.  Es por ello, que lo deshechado por nuestro insecto puede servir como abono agrícola directamente pero también, como excelente sustrato para lombricompostaje dotándole de una mayor estabilidad al subproducto final o compost.

Detalle de la boca de la larva

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
Disponer de un lugar para compostar o incluso una compostadora, es esencial para poder disponer de estos insectos y de su labor, de manera que podamos utilizarlos en nuestro agroecosistema al obtener un compost de forma más rápida.  El hecho de depositar los restos de comida y no cubrirlos o enterrarlos con otro material vegetal más lignificado, estaremos poniendo las condiciones para que aparezcan larvas de mosca soldado con gran probabilidad.

Pupas de la mosca soldado sobre compost
Si optamos por la segunda opción anteriormente expuesta, es decir, utilizarlos como alimentación directa porque dispongamos de gallinas en producción ecológica, que como sabéis puede resultar un "handicap" el acceso a protaginosas no transgénicas, podemos pensar en la utilización de estas larvas y/o pupas de nuestra mosca soldado, como complemento proteico de la dieta diaria de nuestras aves.  Una técnica eficaz para capturar las larvas, es introducir en nuestra compostadora un recipiente de plástico abierto con unos agujeros de un centímetro de grosor, donde depositaremos los restos de fruta y/o verduras en el centro de este recipiente, donde una vez allí, las larvas se sentirán atraídas por el material vegetal fresco y se introducirán por si mismas por los agujeros en el interior del contenedor plástico, siendo más fácil su posterior recogida.

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lunes, 29 de julio de 2013

FAM. LABIATAE

Thymus sspp.-Tomillo-.
DESCRIPCIÓN: En esta entrada, le dedicaremos un espacio a una de las plantas conocida en nuestras cocinas por sus propiedades culinarias y medicinales, y no tanto, por otras que intentaremos describir a lo largo del presente post, como por ejemplo, su capacidad para repeler algunos insectos, atraer a polinizadores, así como sus múltiples propiedades medicinales muchas de las cuales, se utilizan en ganadería ecológica y/o aplicaciones homeopáticas desde antaño.

 Hormiga alimentándose de la flor del Thymus vulgaris
Se tiene constancia, ya desde el antiguo Egipto, su uso para los embalsamamientos de los faraones y como conservante de alimentos. Nos referimos al tomillo, planta perenne de porte arbustivo perteneciente a la familia de las Labiadas, que alcanza unos 15-30 cm. de altura.  Se trata pues, de una especie leñosa de bajo porte y densamente ramificada desde la base, muy poblada de hojas ovaladas y lanceolada que desprenden un fuerte aroma penetrante, al volatilizar sus aceites esenciales.  Esta planta, cuyo género Thymus spp. posee más de 350 especies, está especialmente diseñada para soportar la sequedad, ayudándose de innumerables "microvellosidades" de color blanco, ubicadas en el envés de sus hojas y que les confieren un aspecto blanquecino casi lechoso.  Esta barrera física, evita las pérdidas de agua provocadas por la elevada evapotranspiración a las que son sometidas estas plantas, en las zonas de donde son oriundas, que comprenden desde el norte de África (Argelia, Túnez), hasta Asia menor y la zona meridional de Europa, siendo muy abundante en la franja mediterránea.

Thymbra capitata
Sus flores de color rosáceo o blanco, se agrupan en espiguillas o racimos terminales muy densos, floreciendo en primavera a partir del mes de marzo, pudiéndose ver en flor (según las zonas), hasta bien entrado el mes julio.

RECOMENDACIONES PARA SU MANTENIMIENTO:
Se trata de un planta que crece en terrenos rocosos y suelos alcalinos bien drenados (permeables), encontrándose cómoda a pleno sol o a media sombra, que soporta moderadamente bien las heladas considerándose un arbusto bastante rústico.  Se multiplica mediante semillas (de enero a marzo), pero también de forma vegetativa a través de esquejes o acodos, adaptándose muy bien a terrenos calizos y arcillosos pobres en materia orgánica.  Se trata de una especie poco exigente en cuanto a necesidades hídricas se refiere, muy bien adaptada al clima mediterráneo caracterizado por veranos largos y secos e inviernos húmedos y lluviosos.  En cuanto a la recolección, se puede usar toda la planta durante todo el año, pero es durante la floración, cuanto tiene una mayor concentración de aceites esenciales, compuestos por varios principios activos como: timol, carvacrol, linanol, geraniol, cineol, donde también abundan flavonoides, taninos y ácidos fenólicos (ac. rosmarínico, cafeico).

Detalle de la flor en espiguilla del Thymus vulgaris

RELACIÓN PLANTA-ARTRÓPODOS:
La presencia de estos aceites esenciales, está asociada a la disminución de algunos insectos indeseados para nuestros cultivos como: pulgones, mariposas de la col, mosca blanca, algunas especies de hormigas y moscas domésticas, e incluso algunos hongos que habitan el suelo.  Igualmente, esta planta es una potente fuente de atracción de ciertos insectos beneficiosos como: abejas y otros polinizadores o parasitoides.  En la foto, podemos observar un esfécido sobre flor de tomillo,  que en estado adulto como ya sabéis, se alimenta de polen y néctar pero que sin embargo, poseen una dieta pedotrófila para alimentar a su descendencia a base de grillos, saltamontes o larvas de mariposas, que paralizan y llevan hacia su nido previamente excavado en el suelo donde ponen un único huevo, que tras su eclosión, se alimentará de estas presas aún vivas.

Avispa escavadora (Fam. Sphecidae) sobre flor de Thymbra capitata
APLICACIONES PARA EL AGROECOSISTEMA:
Además de la relación con ciertos artrópodos como hemos visto, el tomillo posee unas propiedades terapéuticas que usamos en ganadería ecológica potenciadas por estos principios activos comentados con anterioridad, y que son extraídos principalmente de sus hojas y flores.  Estas materias activas, son aplicadas en tratamientos homeopáticos -Tintura madre en plus, infusión (1-2g/150ml de agua/animal/día) o  decocción y uso tópico (Carmelo García Romero, 2008)-.  Dichos tratamientos, están encaminados a paliar enfermedades como la bronquitis agudas o crónicas, al igual que son usados como antiespasmódico, espamolítico de vías respiratorias, expectorante y tos.  Se ha demostrado también su eficacia, como antiinflamatorio, antimicrobiano, antiparasitario y antiséptico interno (tracto urinario o digestivo), siendo también apreciada esta planta, como antioxidante y estimulante inmunológico.  Es por tanto, una de las plantas aromáticas más apreciadas dentro de un agroecosistema, que debido a su estructura de pequeño porte, podemos asociarlas a nuestros cultivos sin temor a que compitan con ellos en cuanto a requerimientos nutricionales y agua.

Detalle del Esfécido.
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domingo, 16 de junio de 2013

FAM. BORRAGINACEAE

Echium plantagineum L. -viborera-
DESCRIPCIÓN:Se trata de una borraginácea espontánea de carácter anual y autóctona de nuestra zona mediterránea, ampliamente difundida en muchos países del sur de Europa, donde crecen en praderas, eriales y terrenos baldíos o alterados, pudiendo llegar a alcanzar los 80 cm de longitud.  Su identificación científica, responde al parecido de sus frutos con la cabeza de la víbora (echis del latín "víbora"), que florece durante la primavera y donde los insectos polinizadores, se sienten especialmente atraídos por sus irresistibles flores de color azulado principalmente, aunque también podamos encontrarlas rosas o blanquecinas dentro del mismo género.

Sífido sobre Echium plantagineum
Esta planta, contiene una pequeñísima cantidad de un alcaloide parecido al "curare" donde a altas concentraciones, puede paralizar el sistema nervioso de un animal.  Claro está que para ello, el ganado debería ingerir grandes cantidades de la planta, para poder llegar a producir su envenenamiento mortal. 
Téngase presente, que la función de los alcaloides en las plantas, ha sido asociada a los mecanismos de defensa contra insectos fitófagos y animales herbívoros, como por ejemplo, las especies del género Lupinos (Wink, 1993).  Es por tanto, un medio de defensa muy efectivo que tienen algunas plantas para eludir el ataque de los fitófagos y suplir así, la falta de movilidad propia de los vegetales, donde el género Echium (con más de 60 especies) tiene mucho que decir en estas relaciones alelopáticas.

El color azulado es principalmente el habitual entre sus flores, aunque podemos
encontrar rosas y blancos.


RECOMENDACIONES PARA SU MANTENIMIENTO:
Debido a su excelente adaptación y a sus mecanismos de defensa contra la herbiboría, es una planta muy abundante en nuestra zona donde la ausencia de enemigos naturales, hace que cubra grandes extensiones de terreno pudiéndolas encontrar sin dificultad, en casi todo el territorio andaluz, necesitando escasos cuidados para su mantenimiento.

RELACIÓN PLANTA-ARTRÓPODOS:
Es por tanto, una planta que proporciona una excelente fuente de polen y néctar entre los polinizadores del agroecosistema, siendo poco exigente en requerimientos hídricos y nutritivos, lo que le confiere una excelente compañera para nuestros auxiliares que dependan, en algún momento de su ciclo vital, de una alimentación fitófaga basada en polen y/o néctar. 


Thomisido, uno de los arácnidos más frecuentes asociado a esta planta.

Polinizadores como himenópteros, (Bombus sp, Apis. sp), así como dipteros: sírfidos, taquínidos entre otros auxiliares, son especialmente beneficiados por este tipo de planta.  Esto mismo ocurre con los arácnidos, que son unos de los principales habituales de esta planta y que como ya hemos comentados en anteriores entradas,  representan unos de los depredadores más numerosos e importantes que actúan como factor de regulación biológica de múltiples de los insectos plagas de los cultivos.  Es por ello, que esta especie vegetal juega un papel fundamental para atraer a estos quelicerados que encuentran en nuestra zona mediterránea,  una prolija representación de thomísidos, tal como podemos apreciar en la foto.

Estos insectos, ven como la herbiboría pasa de largo por su alta concentración de tanimos y alcaloides, que le confieren entre otras cosas, mal sabor a la planta a la vez que advierten de su potencial tóxico para el ganado.


APLICACIONES PARA EL AGROECOSISTEMA:Es muy recomendable para aquellos apicultores de zonas áridas, que deben ir itinerando con sus colmenas por un territorio andaluz no siempre exuberante. 

En nuestra región, esta planta es especialmente abundante y muy melifera, acompañándonos desde principios de primavera hasta inicio del verano, donde la apis melífera se ve especialmente atraída.  Tal como hemos indicado, aquellas explotaciones ganaderas ecológicas deberán tener especial cuidado de ofrecer como única alternativa de pastos esta planta, ya que aunque por lo general el ganado no lo va ha ingerir de motu propio, debemos tener presente que en tiempos de sequía puede ser la única alternativa de su alimentación pudiéndose verse obligado a su ingesta, donde si se produce en grandes cantidades, puede llegar a producir el envenenamiento citado con anterioridad.
Apis melifera sobre Echium plantagineum

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miércoles, 1 de mayo de 2013

FAMILIA SALTICIDAE

DESCRIPCIÓN:
Saltícido cobrando una de sus piezas favoritas (díptero).
En esta nueva entrada comentaré, una de las familias de arácnidos más populares como es la Salticidae, cuyos miembros con mas de 4.000 especies descritas son conocidas vulgarmente como arañas saltadoras o saltarinas, por su extrema agilidad en el desplazamiento y la particularidad de cazar al acecho mediante pequeños saltos (y no tan pequeños).  El peculiar uso de sus patas a modo de resorte hidráulico, hacen que estas arañas se propulsen en cualquier  dirección con una extraordinaria precisión.  Como curiosidad, comentaré que las patas de estos seres no se articulan como nuestras piernas, accionadas por músculos extensores y contractores, sino por la inyección de fluido en unas cámaras internas ubicadas en sus patas a modo de pistón hidráulico, donde sus patas posteriores se encuentra prácticamente vacías de fluido antes de lanzar el impulso final. 

Detalle de saltícido Menemerus semilimbatus.
Otra particularidad de estas arañas, la constituyen sus cuatro pares de ojos simples (a diferencia de los compuestos de los insectos) dispuestos en la zona frontal y a ambos lados de la cabeza, que les permiten disponer de un campo visual prácticamente de 360º.  Esta extraordinaria agudeza visual, debida en su mayor parte a sus dos característicos ojos móviles centrales de gran tamaño, dotan a los saltícidos de la mejor visión de toda la clase arachnida, que sin duda, ha contribuido de forma directa a la fascinante evolución experimentada de estos arácnidos, que han llegado a cotas de refinamiento muy altas, en las relaciones entre sus miembros y el propio medio natural.  Claro está, que este desarrollo del sentido de la vista, es indispensable para una araña que caza al acecho y por tanto,  prescinde de tejer telarañas, llevando al máximo exponente el ahorro energético que supone la producción de seda, perfectamente adaptada por otra parte, a estos tiempos actuales de austeridad.

Mirada de la Menemerus semilimbatus
Entre todas las especies de esta familia, la Menemerus semilimbatus es uno de los saltícidos más habituales de la península ibérica, siendo muy frecuente encontrarlos en prácticamente cualquier hogar, entre las edificaciones donde se encuentra segura. 

ESPECIE CONTROLADA:
Estas arañas son depredadores generalistas de pocos milímetros de longitud, pero su escaso tamaño  no debe ser óbice para subestimar los excelentes servicios que  prestan como bioreguladores en el agroecosistema, además de su incansable comportamiento como enormes cazadoras de artrópodos, que nos informan con su mera presencia, de la calidad de su entorno y el manejo de la parcela que estamos dando. 

Por lo general, cazan en zonas rocosas utilizando pequeñas oquedades para ocultarse, saltando por sorpresa sobre sus potenciales víctimas  como: minadores, pequeños microlepidópteros, ácaros, moscas, hormigas e incluso otras arañas, como podemos apreciar en la foto de este incauto tomísido, donde cabría decir aquello de... cazador cazado. 
Cazador cazado.

Sin embargo, aunque  la dieta de la mayoría de estas arañas es carnívora, existen algunas especies de saltícidos que pueden alternarla con la vegetariana (néctar y polen principalmente), e incluso se conoce una especie que es vegetariana estricta  como la Bagheera kiplingi, pero como decía, esto no es lo habitual ya que lo normal es que tengan una dieta depredadora como prácticamente todas las arañas.

BIOLOGÍA:
El empleo de su excelente visión además de para la caza  para la reproducción, es fundamental para encontrar pareja, donde una vez que el macho visualiza a su posible compañera desde la lejanía, inicia un complejo baile extendiendo sus patas anteriores y su abdomen con el único objetivo de impresionar a la hembra, a la vez que evitar ser devorado durante la cópula.  Si este cortejo frenético llega a a buen puerto, actúa de pistoletazo de salida a la fase precopulatoria, donde el macho deberá medir muy bien sus tiempos una vez deposite su esperma en los poros copuladores de la hembra, para no ser devorado por ella.  Transcurrido más o menos un mes después de la fecundación, la araña pondrá los huevos dentro del ovisaco que formará con su seda, que permanecerá custodiado por la hembra hasta que emerjan sus crías.
Emboscada tras la eclosión del ovisaco de un saltícido.
Por lo general, los salticidos experimentarán unas 8 mudas antes de alcanzar el estado adulto, pero ya desde la primera muda, se valdrán por si mismos para la caza, aunque como se puede apreciar en la foto tras la eclosión del ovisaco siempre puede esperarle algún peligro.  Aquí, la hormiga oportunista espera nerviosa la salida de las pequeñas arañas del ovisaco, buscando seguramente venganza, por las acciones pasadas de su progenitora hacía sus congéneres hormigas.
Detalle de hormiga capturando a su archienemiga recién eclosionada del ovisaco.

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
Lógicamente, es recomendable la total ausencia de empleo de productos fitosanitarios, así como el uso de pequeños núcleos de rocas que permitan refugiarse y calentarse al sol .  Como ya comentábamos, son muy buenos bioindicadores especialmente sensibles a alteraciones físico-químicas de su entorno.   Es por ello, que no debemos temerlas y mucho menos perseguirlas, ya que lejos de ser peligrosas para el hombre como la gran mayoría de los arácnidos, realizan una extraordinaria labor de limpieza de muchos de los artrópodos que pueden llegar a representar una amenaza para nuestros cultivos.  Conociéndolas sin duda, las incorporaremos a nuestra lista de aliados como lo que son, unos de los grandes auxiliares del agroecosistema que debemos fomentar y preservar.

Saltícido oculto en una oquedad del terreno esperando no ser descubierto.

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lunes, 8 de abril de 2013

FAMILIA ASILIDAE

DESCRIPCIÓN:


Dentro de la Orden Diptera, los asílidos conocidos también como moscas salteadoras o ladronas, pertenecen a un grupo de moscas con mas de 7.000 especies conocidas (Geller-Grimm et al., 2009) de las que más de 230 están citadas en el territorio nacional (Portillo et al., 2002).  Este grupo de braquíceros  posee una gran diversidad,  pero es claramente identificable por una serie de características comunes:  tórax robusto, largo abdomen y patas fuertemente diseñadas para capturar a sus presas.   Es digno de mención también, las numerosas cerdas que le salen de la cabeza que le confieren una apariencia singular y distintiva de todas  las especie de asílidos. 
Dysmachus trigonus capturando a sírfido.
Todos ellos, se comportan como extraordinarios auxiliares tanto en estado larvario como de imago, lo que les convierte en excelentes depredadores generalistas muy útiles para nuestros intereses.  Es por tanto, y siempre que no nos dediquemos a la apicultura, es recomendable tenerlos cerca de nuestra parcela, poniéndoles en la medida de lo posible las condiciones adecuadas para su implantación.  Es curioso el hecho, de que la mayoría de los géneros de asilidos, poseen oteaderos fijos para su caza diaria, es decir, lugares que utilizan de forma sistemática para posarse a la espera del paso de cualquier insecto volador (generalmente) que descuide la guardia: ramitas, hojas altas, piedras... en definitiva, lugares estratégicos elegidos por estos insectos asociados por lo general a vegetación baja, que les permitan otear el horizonte mediante su excelente agudeza visual.  Este  hecho, facilita extremadamente el seguimiento y la observación de estos insectos, que al contrario de lo que se puede pensarse a priori, no pican al hombre y carecen de aguijón.  Para la caza, usan su robusta probóstide (hipofaringe a modo de aguja hipodérmica), con la que inyecta a sus presas su saliva repleta de enzimas proteolíticas y neurotóxicas, paralizando y predigiriendo a sus víctimas que quedan inmovilizadas, utilizando un técnica similar a lo que hacen los arácnidos.
La diferencia de tamaño no es un problema para los asílidos.

ESPECIE CONTROLADA:

Como venimos diciendo, se tratan de depredadores generalistas que abarcan un gran surtido de potenciales víctimas, siempre condicionadas por su tamaño y destreza en el vuelo.  Aunque como se puede desprender de la anterior foto, no tiene ningún problema para dar caza algunos otros insectos pertenecientes a su misma orden, caracterizada precisamente por su control en el vuelo.  Sin embargo, como ya decíamos al principio de esta entrada, si somos apicultores, estos insectos podrían representar una verdadera pesadilla en la merma de efectivos de nuestras colmenas (Dennis & Lavigne 2007).  Ya que especies del género Mallphora sp, prefieren abejas y avispas, tal como podemos apreciar en la siguiente foto. 

El género Mallphora sp, puede representar un problema para los apicultores.

Sin embargo, este género es realmente una excepción ya que como decíamos, el resto de especies de asílidos se comportan como depredadores generalistas alimentándose de otras moscas, hormigas aladas, saltamontes, microlepidópteros ... cazándolos en pleno vuelo.  En estado larvario, también son depredadores muy activos, viviendo en el suelo o en restos de madera muerta, como las especies pertenecientes a la subfamilia laphriinae, que se alimentan de insectos de suelo, como pequeños escarabajos y larvas, e incluso puestas o pupas de otros insectos que buscan con avidez.

BIOLOGÍA:

Las hembras, depositan sus huevos en el suelo (entre 50 a 80 dependiendo de la especie) sobre materia orgánica animal, encontrándose muy vinculadas a las heces de los animales y por tanto, a la ganadería.  Una vez nacidas sus larvas, caminan activamente sobre el suelo y la hojarasca buscando con avidez entre las grietas, pupas y/o huevos de insectos como saltamontes o la propia pupa de la mosca del olivo.  Es por tanto en esta etapa, que se comportan como excepcionales reguladores biológicos y magníficos aliados de nuestro agroecosistema. Presentando una hipermetamorfosis que pasa por 6 estadios larvales morfológicamente diferentes entre si, hasta pupar en el suelo donde alcanzarán su estado alado definitivo como adulto  o imago.   En principio, los Asílidos invernan como larvas maduras y presentan una única generación por año.  Existe un gran desconocimiento del ciclo biológico de los asilidos (especialmente en sus estadios larvarios), lo que dificulta su utilización como agentes de control de plagas de forma "comercial".

Detalle de las largas patas del asílido, diseñadas especialmente para la captura.


MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

La utilización de estaquillas o ramitas de forma aleatoria que sobresalgan sobre la vegetación, pueden resultar una estrategia útil para aprovisionar artificialmente algunos puestos extra para nuestros protagonistas.  Igualmente, y debido a su desarrollo en suelo anteriormente referido,  el manejo del suelo (laboreo) debe ser especialmente moderado, siendo recomendable dedicar pequeños espacios a modo de refugio, donde aseguremos el no laboreo de pequeñas zonas que servirán para el desarrollo de estos y otros auxiliares que pupan y ocupan estos espacios en estado larvario.
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