lunes, 8 de abril de 2013

FAMILIA ASILIDAE

DESCRIPCIÓN:


Dentro de la Orden Diptera, los asílidos conocidos también como moscas salteadoras o ladronas, pertenecen a un grupo de moscas con mas de 7.000 especies conocidas (Geller-Grimm et al., 2009) de las que más de 230 están citadas en el territorio nacional (Portillo et al., 2002).  Este grupo de braquíceros  posee una gran diversidad,  pero es claramente identificable por una serie de características comunes:  tórax robusto, largo abdomen y patas fuertemente diseñadas para capturar a sus presas.   Es digno de mención también, las numerosas cerdas que le salen de la cabeza que le confieren una apariencia singular y distintiva de todas  las especie de asílidos. 
Dysmachus trigonus capturando a sírfido.
Todos ellos, se comportan como extraordinarios auxiliares tanto en estado larvario como de imago, lo que les convierte en excelentes depredadores generalistas muy útiles para nuestros intereses.  Es por tanto, y siempre que no nos dediquemos a la apicultura, es recomendable tenerlos cerca de nuestra parcela, poniéndoles en la medida de lo posible las condiciones adecuadas para su implantación.  Es curioso el hecho, de que la mayoría de los géneros de asilidos, poseen oteaderos fijos para su caza diaria, es decir, lugares que utilizan de forma sistemática para posarse a la espera del paso de cualquier insecto volador (generalmente) que descuide la guardia: ramitas, hojas altas, piedras... en definitiva, lugares estratégicos elegidos por estos insectos asociados por lo general a vegetación baja, que les permitan otear el horizonte mediante su excelente agudeza visual.  Este  hecho, facilita extremadamente el seguimiento y la observación de estos insectos, que al contrario de lo que se puede pensarse a priori, no pican al hombre y carecen de aguijón.  Para la caza, usan su robusta probóstide (hipofaringe a modo de aguja hipodérmica), con la que inyecta a sus presas su saliva repleta de enzimas proteolíticas y neurotóxicas, paralizando y predigiriendo a sus víctimas que quedan inmovilizadas, utilizando un técnica similar a lo que hacen los arácnidos.
La diferencia de tamaño no es un problema para los asílidos.

ESPECIE CONTROLADA:

Como venimos diciendo, se tratan de depredadores generalistas que abarcan un gran surtido de potenciales víctimas, siempre condicionadas por su tamaño y destreza en el vuelo.  Aunque como se puede desprender de la anterior foto, no tiene ningún problema para dar caza algunos otros insectos pertenecientes a su misma orden, caracterizada precisamente por su control en el vuelo.  Sin embargo, como ya decíamos al principio de esta entrada, si somos apicultores, estos insectos podrían representar una verdadera pesadilla en la merma de efectivos de nuestras colmenas (Dennis & Lavigne 2007).  Ya que especies del género Mallphora sp, prefieren abejas y avispas, tal como podemos apreciar en la siguiente foto. 

El género Mallphora sp, puede representar un problema para los apicultores.

Sin embargo, este género es realmente una excepción ya que como decíamos, el resto de especies de asílidos se comportan como depredadores generalistas alimentándose de otras moscas, hormigas aladas, saltamontes, microlepidópteros ... cazándolos en pleno vuelo.  En estado larvario, también son depredadores muy activos, viviendo en el suelo o en restos de madera muerta, como las especies pertenecientes a la subfamilia laphriinae, que se alimentan de insectos de suelo, como pequeños escarabajos y larvas, e incluso puestas o pupas de otros insectos que buscan con avidez.

BIOLOGÍA:

Las hembras, depositan sus huevos en el suelo (entre 50 a 80 dependiendo de la especie) sobre materia orgánica animal, encontrándose muy vinculadas a las heces de los animales y por tanto, a la ganadería.  Una vez nacidas sus larvas, caminan activamente sobre el suelo y la hojarasca buscando con avidez entre las grietas, pupas y/o huevos de insectos como saltamontes o la propia pupa de la mosca del olivo.  Es por tanto en esta etapa, que se comportan como excepcionales reguladores biológicos y magníficos aliados de nuestro agroecosistema. Presentando una hipermetamorfosis que pasa por 6 estadios larvales morfológicamente diferentes entre si, hasta pupar en el suelo donde alcanzarán su estado alado definitivo como adulto  o imago.   En principio, los Asílidos invernan como larvas maduras y presentan una única generación por año.  Existe un gran desconocimiento del ciclo biológico de los asilidos (especialmente en sus estadios larvarios), lo que dificulta su utilización como agentes de control de plagas de forma "comercial".

Detalle de las largas patas del asílido, diseñadas especialmente para la captura.


MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

La utilización de estaquillas o ramitas de forma aleatoria que sobresalgan sobre la vegetación, pueden resultar una estrategia útil para aprovisionar artificialmente algunos puestos extra para nuestros protagonistas.  Igualmente, y debido a su desarrollo en suelo anteriormente referido,  el manejo del suelo (laboreo) debe ser especialmente moderado, siendo recomendable dedicar pequeños espacios a modo de refugio, donde aseguremos el no laboreo de pequeñas zonas que servirán para el desarrollo de estos y otros auxiliares que pupan y ocupan estos espacios en estado larvario.
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