martes, 30 de abril de 2019

FAMILIA COCCINELIDAE

DESCRIPCIÓN:
Llegó la primavera y con ella nuestra apreciada coccinella septempunctata que nos servirá de excusa para seguir profundizando en esta extensa familia.  Como ya he descrito en anteriores entradas, la gran familia coccinelidae se encuentra ubicada dentro de la Orden Coleóptera con más de 5.000 especies distintas, donde nuestra protagonista de hoy junto con la Rodolia cardinalis representan dos de los coccinélidos más conocidos y emblemáticos en cuanto a la regulación biológica se refiere.
Detalle de los ojos a  ambos lados de la cabeza de la coccinella septempunctata,
quedando protegidos por el escudo torácico o pronoto.
En relación al nombre científico de nuestra conocida "mariquita", que es como se conoce comúnmente en nuestra latitudes a este insecto, su primer vocablo que define el género "coccinella" procede del latín "coccinus", que significa escarlata mientras el que se refiere a la especie "septempunctata" indica el número de puntos que este individuo posee sobre sus élitros cuando alcanza su estado adulto, ajustándose perfectamente su denominación científica a su apariencia.

Se trata pues de un escarabajo cosmopolita y muy resistente, que aunque es un excelente aliado para los agricultores, es precisamente esa rusticidad lo que le confiere ser un nefasto bioindicador para nuestro agroecosistema.  Sin embargo, tanto por su capacidad depredadora estricta en estado larvario, como por su capacidad de fagocitar insectos cuando es adulto (alternándola con polen y néctar), lo hacen ser un miembro que no podía faltar en nuestra particular lista de fauna auxiliar.

En reposo las alas voladoras se encuentran plegadas y protegidas bajo los élitros más vistosos y brillantes.
Aunque me he resistido durante mucho tiempo a describir este insecto en una familia tan extensa como esta por ser un artrópodo archiconocido por todos, el hecho de seguir profundizando en la técnica macrofotográfica de "Stacking" dentro del macroextremo y buscar modelos "dignos", me resultó muy fácil encontrar en estos días un ejemplar como este, que denota que la primavera este año vino para quedarse.  Como resultado, os dejo estas dos nuevas macrofotografías realizadas con más de 180 fotos cada una, fusionadas en una sola con un software específico para el apilamiento de imágenes que espero os gusten.

ESPECIE CONTROLADA:  Como adelantaba en la descripción, su principal interés para los agricultores es su alto nivel de depredación sobre todo frente a áfidos, los conocidos pulgones, que proliferan en primavera hasta bien entrado el verano y con él las altas temperaturas, haciendo que disminuya su población y en consecuencia sus daños en los cultivos.

Adulto de coccinella septumpunctata  depredando pulgón.
Es por ello, que la coexistencia en el tiempo tanto de la presa como del depredador, es una prueba más de la coevolución de las especies tanto de insectos entre sí, como de estos con otras especies del mundo vegetal.  Donde las plantas, sufren en sus primeros estadíos una mayor vulnerabilidad a estos daños ocasionados por los áfidos, coincidiendo cuando sus brotes son más tiernos y apetecibles.  Es en este momento si no se encuentran cerca nuestros aliados, cuando las plantas esperan ávidamente el estío para que sus elevadas temperaturas, disminuyan el número de pulgones concurriendo cuando sus tallos se encuentran más lignificados y menos apetecibles para la herbivoría.

Las aromáticas (Rosmarinus officinalisademás de repeler ciertas plagas, son un gran surtidor
 de polen y néctar para el adulto cuando no tiene presas cercas.
Como ya hable de esta gran familia en varias entradas del blog, no voy a reiterar características ya mencionadas de esta gran familia, pero al menos me gustaría subrayar que no sólo los coccinélidos se alimentan de pulgones, ya que existen especies de esta familia como Chilocorus bipustulatus al que ya dedicamos una entrada, que se alimenta de cóccidos o bien de la propia Psyllobora vigintiduopunctata que se alimenta sorprendentemente de hongos.  Sin embargo, nuestra protagonista de hoy es un depredador casi estricto de áfidos desde sus primerios estadíos como veremos a continuación.

Sus élitros recubren por completo su abdomen, donde son recubiertos de manchas
y puntos característicos de cada una de las especies.
BIOLOGÍA:  Estos insectos caracterizados por tener un cuerpo rechoncho de aspecto pulido  y colores rojo ladrillo casi metalizado, posee antenas engrosadas en forma de mazas y un gran pronoto.  Su coloración llamativa responde a una estrategia (aposematismo) o señal de advertencia frente a potenciales depredadores, ya que este escarabajo exuda una sustancia amarillenta de sabor muy amargo y olor fuerte cuando es molestado o cuando detecta peligro.  En cuanto a sus larvas de color gris azulado, tal como podemos ver en las fotos pueden verse desde mayo, y durante su desarrollo pueden llegar a devorar más de 600 pulgones en las cuatro semanas que dura este estadío larvario tras realizar varias mudas para crecer.  Tras la última de estas mudas, la larva se adhiere por su extremo posterior a la parte inferior de alguna hoja y se queda colgando en forma de pupa para realizar su metamorfosis a imago.



Larva de coccinella septempunctata mudando su piel sobre hoja de vicia faba.
Pupa de coccinella sp. sobre hoja de vicia faba 
para transformarse en el adulto definitivo.
Tras pasar por pupa y hacer la metamorfosis, pasará al estado adulto por el mes de junio, para continuar su dieta carnívora que podrá alternarla con polen y néctar cuando no existan presas.  
Puesta de coccinella septempunctata
En algunas ocasiones se producen reproducciones masivas extraordinarias en esta especie, donde sus puestas no superan los 10 a 20 huevos anaranjados en forma de balines, que suelen poner en el envez de las hojas de platas, donde existan pulgones o sensibles a ellos como la propia vicia faba de la foto.

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
Al ser un insecto extremadamente resistente tal como decía, no necesita unos cuidados especiales, ya que podemos encontrarlo en un ambiente agroecológico adecuado, o incluso en ambientes tan intensivistas y hostiles como en el cultivo de algodón.  Esto denota la resistencia de este coleóptero y lo que comentaba al principio al clasificarlo como un mal bioindicardor.

Dotar de flores nuestro agroecosistema es ideal para mantener el adulto,
sobre todo cuando las presas no están disponibles.
Sin embargo, al pasar el invierno oculto en estado adulto y poder alimentarse también de forma fitófaga, el disponer de polen y néctar en setos dispuestos con una estrategia de floración escalonada, ayudará a mantener este insecto cerca de nuestro agroecosistema, por si volviese la primavera y con ella los áfidos y sus amigas las hormigas.
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