lunes, 17 de agosto de 2020

FAMILIA LYCOSIDAE

DESCRIPCIÓN: Araña Lobo (Lycosa tarentula-fasciventris).

Esta entrada la aprovecharé para hablaros de una familia de arañas que este verano estoy viendo con mayor asiduidad en mis escasas salidas al campo durante este “Annus horribilis”, y que entiendo es debida al menor tránsito del hombre durante la pasada primavera.  "No hay mal que por bien no venga.." como se dice por aquí.  Tanto por su forma de cazar como por el gran tamaño de algunos de sus especímenes (más de 25 mm), bien merece una descripción pausada y lejos de ser pretencioso, contribuir a trasladar una mirada más amable de estos arácnidos que “apriori” pueden parecernos por su aspecto, algo amenazadores máxime cuando usamos estos primeros planos que os dejo en la siguiente foto.

Detalle de los colmillos de un macho de Lycosa tarentula-fasciventris

Sin embargo, debemos considerarlos como excelentes aliados para nuestro intereses dentro del agroecosistema, ya que eliminan muchos insectos potencialmente plagas para nuestros cultivos a nivel de suelo, siendo totalmente inofensivos al hombre debiéndolos molestarlos mucho para que nos piquen, en cuyo caso su picadura no diferirá mucho a la producida por una simple avispa.  Claro está que para conseguir ver el lado amable de estos arácnidos, debemos desprendermos de estos prejuicios que tanto desde la literatura como desde el cine, han contribuido a que miremos con temor y sin ningún motivo a estas bellas criaturas.

Macho de araña lobo con la característica franja central ancha de color gris, en su escudo cefalotorácico.

Me refiero a la familia de los Licósidos concretamente a las especies pertenecientes al género Lycosa, que comprenden miembros de arañas de gran tamaño de hábitos crepusculares o nocturnos como la protagonista de hoy, conocida por muchos como araña lobo. Las especies de este género, poseen los ojos laterales (medianos posteriores) más grandes que el resto de ojos, teniendo un total de ocho distribuidos por todo el cefalotorax que le proporciona una magnífica visión perimétrica.  Esta forma de cazar al acecho, ha propiciado ser conocido por el apelativo de este cánido, y que denota la no utilización de sedas para la realización de telas orbiculares como otro tipo de arañas hacen para la caza.  Ya que por lo general los licósidos, no contruyen telas sino que cazan las presas valiéndose de su gran sentido de la vista.

Detalle de licósido sobre canto rodado.

Este sentido lo tienen muy desarrollado, disponiendo de tres filas de ojos transversales teniendo visión casi de 360º, donde en el borde de la frente como podéis ver en la primera foto, existen cuatro ojos aparentemente alineados y detrás cuatros ojos claramente mayores formando un trapecio donde como decía, los mayores de estos ojos son los dos de los costados ubicados en el cefalotorax.  

Otra de las características de este género es que presentan en la cara ventral grandes manchas de color negro características de cada especie. 

ESPECIE CONTROLADA

Al tratarse de depredadores generalistas no hacen distingos entre cazar insectos plagas o auxiliares, pero como venimos diciendo a lo largo del blog, estadísticamente existen mayor número de individuos potencialmente plagas que auxiliares y por tanto, nos ayudarán a regular sus poblaciones por lo que tenemos que entenderlo como un aliado de apetito voraz.  Tened presente que además de poseer un extraordinario sentido de la vista que usan para la caza, pueden utilizar también como recurso para dar alcance a sus presas la carrera, pues poseen una gran velocidad punta mediante la cual se valen para acercarse y paralizar a su víctima con su potente veneno para devorarla acto seguido.  Sin embargo, suelen recurrir también a pequeñas emboscadas como si de un lobo se tratase conjugando la astucia con la velocidad, encontrándose entre sus víctimas algunos ortópteros como grillos o saltamontes, moscas, hormigas, otras arañas e incluso algún pequeño vertebrado.  Los miembros de esta familia de arácnidos, que por lo general llevan una vida más bien oculta, permanecen activos sobre todo durante el crepúsculo y la noche, encontrándose escondidos durante el día en el interior de un tubo que construyen en el suelo y que pude llegar a medir unos 30 cm de profundidad.  En la abertura suelen unir con seda, unas briznas de hierba u otros elementos de alrededor formando un cuello que generalmente sobresale de su entorno, y que le sirven a modo de sensor central para detectar sus potenciales presas que al pasar por ahí, accionan estos hilos que precipitarán la persecución de este gran depredador con el consiguiente final fatal para la incauta presa.

Araña lobo saliendo de su madriguera, que puede llegar a 30 cm de longitud.

BIOLOGÍA:

Durante la primavera las hembras de estas especies suelen permancer en la abertura de los tubos mencionados anteriormente calentándose al sol, mientras que los machos deambulan en busca de las madrigueras de las hembras correteando también durante el día atraídos por las feromonas de sus compañeras.  Tras el apareamiento, la hembra fabrica un ovisaco considerablemente grande (unos 100 huevos) que introduce en la madriguera y que sacará esporádicamente fuera de ella para que se calienten al sol.  Las hembras transportarán el ovisaco en las hileras y más tarde a sus ninfas sobre el opistosoma.

Salida de caza dLycosa tarentula-fasciventris

MEDIDAS PARA FAVORECE SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

Debemos tener presente que el habitat  de estas especies suele corresponderse con terrenos secos, áridos y pedregosos como los olivares de Andalucía, donde las hembras están activas durante todo el año haciendo toda su vida en el suelo de ahí la importancia en su manejo.

Detalle de los ojos laterales en el cefalotorax de mayor tamaño.

Es por ello que cuanto menos movamos el suelo con labores continuadas en el tiempo, mayor probabilidad será de contar con sus servicios y su permanencia en el agroecosistema.  Por tanto, siempre es bueno dejar un montón de rocas en la parcela en la que no intervengamos nunca con las labores propias del cultivo, de manera que tengamos un reservorio inalterado para estos arácnidos, que como decía están vinculados al suelo durante toda su vida.

Lycosa tarentula-fasciventris macho donde destaca el escudo cefalotorácico provisto de una ancha franja central.

No debemos olvidar que los arácnidos en general representan en sí mismos unos excelentes bioindicadores denotando con su mera presencia, la salud del agroecosistema pues son muy sensibles a los fitosanitarios.  Por lo que prácticas como la agricultura ecológica o la reducción de fitosanitarios en una agricultura convencional más sostenible, son indispensables para poder contar con los servicios de estos aliados.

Sólo desde el conocimiento podemos ayudar a preservar estas especies y sólo desde las prácticas agroecológicas podemos favorecer su permanencia y por tanto, contar con sus servicios en nuestro agroecosistema, aumentando la biodiversidad y por consiguiente disminuyendo las plagas.


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6 comentarios:

  1. Ahí os dejo la última entrada de Fauna Auxiliar, esta vez dedicada a una familia de arañas, que a buen seguro habréis podido observar lamentablemente ahogadas en alguna piscina durante este verano. Espero que os gusten las fotos y buen verano a todos.

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  2. Gracias Antonio Bravo! ¿ para cuando una nueva publicación ?
    Un saludo.

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  3. Gracias Antonio Bravo! ¿ para cuando una nueva publicación ?
    Un saludo.

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    1. Creía que no me leía nadie ya.... espero sacar un ratillo y cuelgo algo. Saludos.

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