miércoles, 31 de agosto de 2016

FAMILIA CALOPTERYGIDAE

DESCRIPCIÓN: (Fam. Calopterygidae).
Esta entrada la dedicaré a una de las familias de odonatos perteneciente a la suborden Zygoptera, que como recordaran los fieles lectores de este vuestro blog, ya hablamos de algunos de ellos el año pasado por estas fechas, pero en aquel entonces, de la otra gran suborden denominada Anisóptera, concretamente a la familia libelluloidea que engloban a la mayoría de especies conocidas popularmente como libélulas.  Sin embargo, nunca le habíamos dedicado una entrada a una de las familias más conocidas de la otra gran suborden de odonatos (Zygoptera), y que ahora terminando el verano me parece oportuno dedicarles algunas líneas a éstos grandes depredadores ligados estrechamente al agua.  Las especies pertenecientes a las familias que se engloban dentro de esta suborden, son conocidas de forma general como caballitos del diablo, donde hoy le dedicaremos especial atención a la familia Calopterygidae protagonista de estas fotos.

Detalle de sus largas patas adaptadas para la captura de insectos en pleno vuelo.
Esta familia que nos ocupa ampliamente distribuida por todo el mundo, agrupa a especies de alas vistosas y brillantes donde el color de su cuerpo puede oscilar entre azul oscuro, verde o negruzco, todos ellos con reflejos metálicos haciéndolas especialmente atractivas a la vista. Esta familia está representada en Europa por un sólo género Calopteryx sspp. donde podemos encontrar cinco especies y numerosas subespecies.

En estado de reposo pliegan sus alas al contrario que sus primas las libélulas.
Los adultos de esta especie que vemos en la foto Calopteryx haemorrhoidalis, son bastantes comunes verlos volar durante los meses de abril hasta agosto, siempre cerca de corrientes de de aguas limpias y muy oxigenadas donde en estado de reposo como podéis apreciar en la foto, recogen sus alas al contrario que sus primas las libélulas, que junto con los ojos separados de los zigópteros representan la otra gran diferencia frente a las verdaderas libélulas, que como recordaréis, se tocan un ojo con el otro.
Caballito del diablo.
ESPECIE CONTROLADA:
Principalmente se alimentan de insectos (Tricópteros, Plecópteros, Dípteros entre otros) que capturan ayudándose de sus largas patas repletas de pelos fuertemente adaptados para esta función.  Muchas de estas presas pueden constituir una potencial plaga para nuestros cultivos, representando estos insectos un aliado más para nuestro huerto.

Macho de la especie Calopteryx haemorrhoidalis, donde se aprecia los ojos separados típicos de los zigópteros, uno de los rasgos distintivos que nos sirve para diferenciarlos de sus primas las libélulas (anisópteros), las cuales poseen ojos que se tocan como podéis comprobar en las fotos ( ver familia libelluloidea).
BIOLOGÍA:
Los imagos de estas especies, poseen un vuelo poco sostenido en el tiempo no alejándose mucho de sus puntos de agua.  La vida de estos adultos llegan escasamente a las seis semanas, donde su apareamiento precedido de un flirteo precopulatorio es similar al de todas las libélulas.

Los machos Calopteryx haemorrhoidalis suelen ser muy territoriales, defendiendo su territorio de la competencia.
El dimorfismo sexual de esta familia es claramente marcado, manifestándose principalmente en el color de las alas donde suele ser mucho menos intenso en las hembras de esta familia. Los machos sin embargo de esta familia, tienen en la cara inferior de los tres últimos segmentos y sobre los apéndices abdominales, una coloración específica muy diferente a la del resto del abdomen, que cuando lo levantan, dejan a la vista esta coloración (captáforos) que parecen facilitar su localización e iniciar la cópula.

Hembras Calopteryx haemorrhoidalis de color marrón claro posadas y en vuelo.
Sus larvas, viven en el interior de corrientes de agua clara y ricas en oxígeno o aunque a veces, podemos encontrarlas también en aguas menos móviles, pero siempre suelen encontrarse mayoritariamente en la orilla o entre las raíces sumergidas de plantas.  Es raro verlas nadar en su fase acuática, pues suelen desplazarse andando por el sustrato pasando el invierno en forma larvaria hasta que llega la primavera, donde emergerán para metamorfosearse en un vistoso caballito del diablo.

Primer plano del zigóptero.
MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

Por tanto, contar con estos insectos pueden representar una gran estrategia para los intereses de nuestros cultivos, por lo que fomentar su permanencia es más que una buena idea.  La posibilidad de dejar un espacio de agua permanente y de calidad, es una opción para poder contar con la presencia de estos aliados.  Además si observamos su carácter territorial y forma de cazar, el disponer en nuestro agroecosistema de varios palos firmes a modo de oteaderos, puede potenciar la presencia de estos odonatos pues suelen esperar vigilantes el acercamiento de su potencial víctima antes de lanzar su ataque definitivo en pleno vuelo.  Igualmente, son excelentes bioindicadores de la calidad del agua y del medio donde habitan, ya que con su mera presencia, indican que el agroecosistema no está muy degradado, ya que son muy sensibles a contaminantes.

Prefieren corrientes limpias y oxigenadas.
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1 comentario:

  1. Os dejo la nueva entrada de Fauna Auxiliar esta vez dedicada a una de las familias de odonatos perteneciente a la suborden Zygoptera, espero os gusten las fotos.

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