viernes, 30 de septiembre de 2016

FAM. LEGUMINOSAS-MIMOSÍDEAS

Acacias sspp.

DESCRIPCIÓN:
Esta nueva entrada que nos ocupa hoy, la dedicaré a una de las plantas arbustivas (en algunas especies árboles) de la familia de las leguminosas-mimosídeas conocidas por todos y popularmente denominadas como acacias.  Estas plantas poseen más de 1.500 especies distintas de las que 1.000 de ellas podemos localizarlas en las antípodas (Australía), que la eligió en su día como su flor nacional.  Este arbusto popular de las zonas áridas y secas, ofrecen sombra y alimento muy preciado a la fauna auxiliar que dependen del polen y néctar para subsistir en ecosistema secos e incluso áridos, como el que tenemos en algunas zonas de nuestra Andalucía.

Apis mellifera sobre flor de acacia.
Este oasis floral en nuestras latitudes, podemos observarlo de forma recurrente en los márgenes y medianas de las carreteras inundando de color amarillo y aroma intenso, con una exhuberante floración que prolonga durante los primeros meses de la primavera.  Es por ello, que contar con la presencia de estas plantas para nuestro agroecosistema en las zonas más áridas de nuestra región, como el propio poniente almeriense, puede ser una opción a tener en cuenta por diferentes motivos que ya veremos a lo largo del post.

Las inflorescencia se organizan en glomérulos
RECOMENDACIONES PARA SU MANTENIMIENTO:
Tener presente que como venimos diciendo a lo largo de todo el blog, debemos recurrir a introducir variabilidades de especies vegetales diferentes en nuestro agroecosistema, de manera que podamos contribuir a minimizar los daños de plagas y/o enfermedades. De largo es sabido... que si aumentamos la biodiversidad, entendida como el conjunto de todas las especies de planta, animales y mircoorganismos que existen e interactúan en un ecosistema (McNeely et al., 1990), mermarán las poblaciones de fitófagos (plagas), así como las enfermedades que puedan derivarse en el mismo.

Acacia saligna
En cuanto a las recomendaciones para su implantación y mantenimiento, comentar que el período de plantación de acacia dependderá de su especie, algunos deben ser plantados en  tierra entre finales de octubre y finales de marzo, otros entre septiembre y mayo y algunos incluso se pueden plantar durante todo el año. Mientras las flores de acacia se dan durante todo el año, su período de floración más importante es la primavera.  En cuanto a los requerimientos de suelos, no tiene grandes exigencias desarrollándose en gran variedad de suelos especialmente en suelos arenosos bien drenados, aunque también pueden adaptarse a lugares pantanosos y bordes de ríos, en suelos graníticos y en medias laderas. Soportando relativamente bien los anegamientos ocasionales.

El abejorro carpintero (Xilocopa violacea), uno de los visitantes asiduos de las acacias en nuestras latitudes.
Se multiplica generalmente por semillas en vivero o por siembra directa. Para lo cual, se recomienda pretratar la semilla en agua a 100 ºC y remojo durante 24 horas, con un pequeño tratamiento con ácido sulfúrico (H2SO4) o escarificación mecánica eliminando las semillas dañadas (Serra, 1997).


RELACIÓN PLANTA-ARTRÓPODOS:
Su relación mayoritariamente radica en su poder de atracción hacia los polinizadores, actuando de reclamo y reservorio alimenticio irresistible para muchos de los himenópteros y dípteros que contribuyen en la fecundación de nuestros cultivos.  Las abejas (Apis mellifera), así como polinizadores de mayor tamaño como el abejorro carpintero (Xilocopa violacea), son fieles visitantes en nuestras latitudes de las acacias como podemos apreciar en las fotos.


APLICACIONES PARA EL AGROECOSISTEMA:
En nuestro agrosistema, podemos elegirla para los márgenes de la finca a modo de lindero, ya que su porte arbustivo, le confiere además una barrera física a tener en cuenta incluso como barrera cortavientos.  Desarrolla habilidad para competir con malezas indeseadas, pudiendo elegir esta características para su ubicación en un lugar determinado.

Inflorescencia cargada de polen.
Por tanto, esta especie aunque alóctona, es una opción más de la que podemos obtar para implantar en nuestro agroecosistema por varias razones: por su buena adaptación a nuestro clima y rusticidad, escasos requerimientos y cuidados, así como por su aporte de polen y néctar que la hace irresistible para muchos de nuestros polinizadores, sin olvidar que se trata de una leguminosa y por tanto puede fijar nitrógeno. Son unas plantas que resisten muy bien la sequía, y puede desarrollarse con precipitaciones menores a 250 mm anuales, soportando altas temperaturas y resistiendo relativamente bien el frío.

Detalle de la inflorescencia de la Acacia Saligna.
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