martes, 18 de febrero de 2020

FAMILIA VESPIDAE

DESCRIPCIÓNVespa crabro
Esta nueva entrada la dedicaré a un avispón que confundí recientemente por su gran tamaño, más de 3,5 cm, con la especie invasora conocida como avispa asiática Vespa velutina, en un viaje que realicé con la familia y unos amigos por el interior de Andalucía, concretamente a la Alpujarra Granadina en el pueblo de Pampaneria, donde me topé con la protagonista de hoy que usaré para continuar con la descripción de esta gran familia vespidae.

Detalle del avispón autóctono Vespa crabro sobre los conocidos "nazarenos".

Mi temor al creer que se trataba de la especie invasora originaria del sudeste asiático, era porque creía que sus poblaciones ya habían superado el norte de España (Galicia, Asturias, País Vasco Navarra, Cataluña), donde continúan causando graves problemas en la biodiversidad autóctona y a los propios apicultores de la zona.  Los cuales, ven como esta especie mucho más agresiva que las especies de avispas locales, merman las poblaciones de sus abejas que con un menor tamaño, se encuentran indefensas ante este depredador foráneo de tamaño tan desigual.  Sin embargo, una vez que me acerqué y tomé la primera imagen, pude respirar algo más tranquilo al comprobar que se trataba de otro gran avispón pero en este caso de uno autóctono, concretamente de la Vespa crabro parecido en tamaño a la avispa asiática pero mucho menos agresivo que esta.  El toráx rojizo de nuestro avispón, lo hace especialmente distintivo y reconocible una vez te acercas lo suficiente.  Aunque me temo que al final será cuestión de tiempo que llegue a nuestra zona mediterránea este otro temido avispón alóctono.  Es precisamente nuestro oriundo avispón, el que puede posicionarse como un gran competidor frente a la especie invasora, algo más oscura y agresiva.  Precisamente este fue el motivo por el cual, me pareció interesante dedicarle un post a nuestra especie local e incorporarla a nuestra particular lista de fauna auxiliar, ya que pueden contribuir a contener el avance de estas poblaciones invasoras, a la vez de regular poblaciones de potenciales plagas como ya veremos en este post.  Por tanto, sólo desde su conocimiento podemos empezar a pensar en su protección.

La característica pilosidad de todo su cuerpo y su toráx rojizo y su gran tamaño la hacen inconfundible (Vespa crabro).

ESPECIE CONTROLADA:
Tal como decía, la protagonista de hoy Vespa crabro puede representar ser una digna rival biológica de esta  otra especie invasora Vespa velutina, ya que al ser de tamaño similar a la especie forastera, es capaz de ocupar un nicho similar y competir plantándole cara a su homóloga alóctona, incluso atacando de forma directa a sus nidos.  Sin embargo, nuestra especie autóctona parte de un punto de partida más ventajoso, ya que se encuentra perfectamente adaptada a nuestro clima pudiendo contrarrestar el avance de la especie asiática que juega fuera de casa.

Las potentes mandíbulas son la herramienta que usan para despedazar a sus presas.

Además de por su tamaño, el avispón Vespa crabro se distingue de las avispas comunes como ya adelantaba, por su tonalidad rojiza de su tórax que disipa cualquier tipo de duda en su clasificación.  Estos avispones capturan todo tipo de insectos en particular dípteros, por los que son considerados como los grandes "destructores" de moscas.  Son las hembras de esta familia, las que poseen un potente aguijón que además de usarlo para defender a su colonia, lo usan para inocular veneno con el que inmovilizar a sus víctimas a las que dan caza.  Posteriormente, los insectos cazados son troceados con sus potentes mandíbulas, para ofrecerlos como alimento a las larvas de su colmena.  Sin embargo, estas obreras no se alimentan de los insectos que cazan, sino que lo hacen de néctar y azúcares generados por las flores, frutos y/o secreciones de otros insectos, incluidos las de sus propias larvas.  Es en la época de cría (primavera-verano), cuando se vuelven más agresivas y cazan otros insectos para sus hermanas recién nacidas.  Es por tanto, que podemos afirmar que poseen una dieta pedotrófica, es decir, depredan insectos para dárselo a su prole, y es precisamente en ese momento en el que nos prestan su servicio al controlar algunas potenciales plagas.

Encuentran en el musgo una esponja excelente para hidratarse.

BIOLOGÍA:
La protagonista de nuestro post, es un insecto social que forma colonias de individuos organizados en castas y que sólo viven un año.  Es la reina fecundada la que tiene mayor longevidad y pasa el invierno en lugares resguardados, esperando a que llegue la primavera para comenzar a generar otras avispas hembras estériles (obreras) y algunos machos fértiles que morirán a comienzo del otoño con los primeros fríos.  Son las primera obreras las que relevarán a la reina en la construirán los nidos con celulosa, mientras ella se dedicará a aumentar el número de efectivos de una colonia perfectamente organizada.  En cada comunidad hay una reina fértil y numerosos machos que salen de óvulos sin fecundar o partenogenéticos.  Las reinas jóvenes nacidas en esa colonia pasarán todo el invierno refugiadas para que en la primavera siguiente, cada una funde una nueva colonia, que verá como los machos y las obreras mueren al final del otoño, por lo que cada colonia solo dura una estación.

Detalle de las mandíbulas de la Vespa crabro

Al terminar el invierno, es la reina la que construirá un gran nido con una textura que recuerda al papel, preferentemente en una oquedad, bajo tierra o bajo un tejado de tu casa.  Tras la construcción, la reina pondrá un huevo en cada una de las celdas y al cabo de 4 ó 5 semanas nacerán las primeras obreras, que tomarán el relevo en el mantenimiento del panal.

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
Una fuente de agua es fundamental, puesto que la celulosa necesita ser humedecida para darle forma a su panal.  Del mismo modo alguna fuente azucarada o simplemente frutas maduras les servirán para extraer esos azúcares necesarios para las obreras adultas.
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4 comentarios:

  1. Os dejo la nueva entrada de Fauna auxiliar, dedicada a un avispón que confundí recientemente por su gran tamaño. Espero os gusten las fotos

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  2. Muy interesante. Gracias por el post! Una prueba más de que nada sobra y de que preservar la biodiversidad nos preserva. Lógico puesto que formamos parte de ella...

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  3. Nunca he estado de acuerdo con el concepto de redundancia funcional. Es enfermiza nuestra manía de querer reducir la biodiversidad al "mínimo necesario"

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